Revista Economía

Caso práctico para empresarios (II)

Publicado el 28 marzo 2014 por Pablo Rodríguez @pablorb

equipo Caso práctico para empresarios (II)Gerardo es un empresario que tiene una Pyme levantada durante años con esfuerzo. Después de casi dos décadas de trabajo, su empresa factura varios millones de euros y tiene una buena clientela. A medida que la empresa ha ido creciendo,  ha ido contratando personal según las necesidades, y hoy en día cuenta con más de treinta empleados.

El departamento de administración lo componen cinco personas, dos en ventas, una en compras, otra en contabilidad y coordinando a todas ellas está Clara, la jefa de administración. Ayer, Clara le comunicó a Gerardo que uno de los dos empleados de administración comercial manifestó su intención de abandonar la empresa, ya que cuenta con otra oferta de trabajo.

Gerardo sabe que hay trabajo suficiente para las cinco personas, ya que aunque están nueve horas diarias y en ocasiones más, siempre están ocupados, él mismo lo ve cuando está en la oficina.

Sin embargo, ahora debe plantearse qué hacer, y entre las opciones que baraja está no contratar a nadie, ya que –piensa Gerardo- en verano, por ejemplo, cuando alguien está de vacaciones, el trabajo se va haciendo igual.

Otra de las posibilidades que contempla es la de hacer una contraoferta a este trabajador. No le convence mucho esta alternativa, ya que si el trabajador ha dicho que se quería ir, será por algo –seguramente por dinero- pero quizás con ofrecerle un poco más, quiera quedarse, y al fin y al cabo, Clara le ha dicho que es un trabajador bastante competente.

La tercera opción, que es lo que le ha pedido Clara, es contratar a otra persona para sustituir al trabajador que se va; con lo cual, en principio, estaríamos igual que antes.

Hablando con su amigo Lucas, también pequeño empresario como él, éste le ha comentado que en una situación parecida, él decidió no contratar a nadie, y repartió parte del sueldo que se ahorraba entre los que se quedaban. Gerardo cree que quizás no sea mala opción, pero no ve del todo claro qué opinarán los que se quedan de la propuesta, y si serán capaces de hacer todo el trabajo entre sólo cuatro personas.

Por lo tanto, entre las posibilidades que estudia Gerardo hay una que supone un importante ahorro para la empresa (el coste del administrativo son unos 25.000 euros al año), otra que supondría un pequeño sobrecoste sobre la situación actual, dependiendo de lo que haya que ofrecerle al trabajador; una tercera en la cual la empresa soportaría un coste similar al actual, y la cuarta, sugerida por Lucas, que implicaría ahorrar parte de los 25.000 euros, a determinar.

¿Qué crees que decidirá Gerardo como empresario prototípico?

¿Qué decisión adoptarías tú si estuvieses en su lugar?

es economista.


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