Por el recorrido del dolor se sospecha desde el principio de alguna afectación ciática. El hecho de tener el dolor centrado en el glúteo más que en la espalda podría ser indicativo de una falsa ciática o contractura del piramidal. En una falsa ciática el dolor irradiado no llega más abajo de la rodilla, pero con esto no basta para asegurarse, ya que el dolor de una ciática de origen vertebral también podría quedarse ahí. Además el paciente informa de una protusión lumbar, no recuerda exactamente entre qué vértebras.
Gráfico que muestra el nervio ciático en
tensión durante el test de Lasègue (arriba).
Si la extensión de rodilla no es total, el
nervio no sufre tracción (abajo).
Se le hace también una prueba contrarresistida en el piramidal. Da positivo: el dolor es intenso e inmediato.
Valoración: falsa ciática. El músculo piramidal está contraído e irrita el nervio ciático en su recorrido por el glúteo. La protusión lumbar facilita que el dolor irradie hacia arriba, pero no es el origen.
Terapia: masaje descontracturante en espalda y nalga; extenderlo a la pierna tampoco iría mal. Énfasis en zona lumbar y en el piramidal. Manipulación lumbar en el primer masaje y estiramientos del piramidal.
Seguimiento: al levantarse de la camilla tras el primer masaje el paciente ya nota una gran mejoría y alivio de sus síntomas. Dice encontrarse "casi normal". Donde antes tenía dolores ahora tiene una sensación de alerta, de que vaya con cuidado. Tres días después recibe otro masaje para consolidar la mejoría y seguir ablandando el piramidal. No tiene dolores. Nota la zona "un poco rara" pero hace vida normal.