Revista Opinión
En primer lugar, yo no creo en la ley de este país, pensada más para proteger a los delincuentes que al ciudadano/a honrado y decente. La constitución lo deja muy claro “la obligación de la sociedad es reinsertar al delincuente y no castigarlo”, y ahí entra un gran abanico de delitos…incluso el de terrorismo, en donde una condena de 2.000 años se convierte en 30 “lo máximo que permite la ley”. De ahí que la condena a Urdangarin a 6 años y 3 meses de cárcel y que absuelve a la Infanta haya sido tan suave. Una sentencia que ha puesto a todo el mundo en pie de guerra, ya que consideran muy pocos años para el delito cometido y sobre todo piensan que no le han caído más por ser quien es. Que este señor es un jeta y un sinvergüenza “es cierto”, que se ha aprovechado de su matrimonio para ganar dinero “también es cierto “pero…no ha matado a nadie. Es decir, estamos viendo continuamente como delitos muy graves no se castigan, y quienes los cometen ni siquiera pisan la cárcel. En otras palabras, casi todos los días oímos en las noticias, que conductores, unos sin carnet, otros ebrios y bajo el consumo drogas, atropellan y matan a ciclistas, peatones o a otros conductores, y los dejan en libertad después de declarar ante el juez y cuando se celebra la vista, es muy raro que les condenen a más de dos años, que es cuando vas a la cárcel. También podía hablar de personas con docenas de detenciones y que no pisan la cárcel nunca, por considerar la ley que han cometido un delito de hurto y no de robo. Continuamente vemos como numerosos robos no se castigan, un ejemplo de lo que digo es el rumano que salió en televisión, llevaba diez años robando miles de kilos de aceitunas de los campos andaluces y delante de la cámara, decía que en el momento le tomaran los datos como hacia siempre la Guardia Civil volvería a por más aceitunas. Después vemos noticias, de que condenan a 5 0 6 años a una mujer por haber hecho un gasto de 200 euros de una tarjeta de crédito que se había encontrado, dinero usado para pañales y otras cosas para sus hijos “una condena totalmente injusta” otra cosa hubiera sido, robar la tarjeta con violencia. Y con todos estos antecedentes y muchísimos más, alguien podía pesar que a Urdangarin le podían condenar a 16 o 18 años ¿como pedía el fiscal?…solamente un iluso se lo podría creer. Y estoy seguro que si no hubiera sido por la presión de los medios y de la calle "ni tan siquiera lo hubieran condenado" ya se encargarían de buscar un resquicio legal para dejarlo libre, como han hecho con la infanta. Hemos visto como robar en este país sale muy barato, y esto nos ha convertido en un país de sinvergüenzas y chorizos. Para finalizar, en una próxima entrada demostraré que la ley no es igual para todos, la sangre azul cuenta mucho más cuando se trata de impartir justicia que la roja de un plebeyo. Contaré una historia personal sobre una sociedad, y expondré la diferencia que hay a la hora de dictar sentencia, si eres de la realeza o del pueblo.