Revista Cine

Caspa Radioactiva. Entrevista a Darío Adanti.

Publicado el 15 febrero 2011 por Crowley
Caspa Radioactiva. Entrevista a Darío Adanti.
Niño Dios. Un hombre gato humillado repetidamente. Un mimo tetrapléjico. Un luchador de wrestling cuyos puños tienen vida propia. Una familia disfuncional. Pingüinos mafiosos. Putokrio. Charles Manson...
Esta es la desternillante, negra y bizarra fauna que puebla la genial obra gráfica de Darío Adanti, un argentino de pro que todos sentimos como nuestro, porque tener a Adanti entre nosotros, es un honor y un privilegio al alcance de muy pocos.
Adanti es una de las figuras clave del comic y el panorama actual (ese binomio con el Indispensable Jordi Costa es envidiable y un must have) y del underground de hace unos años, años en los que la corrección política y la censura no estaban tan presentes como lo están hoy, y gracias a ello pudimos disfrutar de gags tan gamberros y pasados de rosca como los que publicó en El Jueves y que ahora, en una maravillosa recopilación de tapa dura de nombre "Toda aquella Caspa Radioactiva" nos trae Glénat.
Si no disfrutaste de la Caspa Radioactiva en su momento, no cometas el mismo error ahora, porque pocas veces podrás ver un humor tan alucinado como lúcido, tan brutal como cínico, tan sublime como lo es este "Toda aquella Caspa Radioactiva".
Y si no lo lees, que Niño Dios se apiade de ti y que el Hombre Gato alivie sus bajos instintos en tu pierna, mostrenco.
Caspa Radioactiva. Entrevista a Darío Adanti.

Página inédita de "La Ballena Tatuada"


TENGO BOCA Y NO PUEDO GRITAR: Imaginemos por un momento que puedes viajar al interior de tu alma, de tu esencia, ¿quién es Dario Adanti?.
DARÍO ADANTI: Qué pregunta difícil! Yo creo que, en realidad, soy un lector que se debe a demasiadas fidelidades, frase que no es mía sino de Borges, y que he descubierto que el intentar hacer cosas que puedan ser disfrutadas tanto como las que disfruto yo como lector, es una manera bastante entretenida y decente de ganarse la vida. Y todo esto con una mezcla de “fascinación por lo que se sale de la norma”, y una contradicción interna que va de el descreimiento absoluto por el ser humano y la sorpresa contínua de lo que somos capaces de hacer los seres humanos.
TBYNPG: ¿Cómo llegar a convertirte en dibujante de cómic y por que la elección de ese medio para contar tus historias y expresar tus ideas?.
Caspa Radioactiva. Entrevista a Darío Adanti.
D.A.: Yo le debo mi oficio a una distrofia. Lo cuento brevemente en el prólogo de “Toda Aquella Caspa Radioactiva”: cuando estaba en Preescolar, a punto de entrar en primer grado de primaria, en el colegio detectaron que había un problema conmigo: me negaba a dibujar, y, cuando lo hacía, dibujaba al revés. Es decir, si ponían un elemento a la izquierda y otro a la derecha para que copiáramos, yo los copiaba invertidos, en espejo. Me mandaron a la Logopeda y me diagnosticaron “Disgrafia” que es la dislexia en el campo de la escritura. Escribes en espejo, tienes incapacidad total para detectar faltas de ortografía, y confundes, gráficamente hablando, palabras como haber y abrir, cambias de orden las letras de las palabras,y tienes incapacidd para recordar el orden de los números de más de 3 cifras. 3.104 lo puedes escribir 1.034, 4.130, etc. Así que a mí, las Rebajas, ni me van ni me vienen, porque soy incapaz de advertir la oferta. Como el dibujo es el paso previo a la escritura, la Logopeda me daba de taréa el copiar viñetas de cómics, algo que terminó convirtiéndose en mi oficio. Por suerte, en mi casa, mis padres siempre fueron muy lectores y había pilas de Revistas Mad (edición Argentina), Mafaldas, Snoopys, Olaf el Vikingo, etc. Y terminé viviendo de aquello que era mi hándicap: dibujar y escribir.
TBYNPG: ¿Cuando te sientas frente a una hoja en blanco, qué esperas provocar en el lector?.
D.A.: Depende de lo que me pida la ocurrencia que ha logrado entusiasmarme tanto como para dejar lo que más me gusta hacer que es leer, para hacer lo que más me gusta hacer en segundo término que es dibujar y pensar historias. Podría decir que busco la sorpresa, pero a veces lo que busco es, simplemente, reproducir lo mismo que me ha provocado a mí la idea, esto puede ser: vergüenza, espanto, indignación, patetismo, piedad, desazón, o, simplemente “gracia”, entendida no como “aquello que hacer reir”, sino, más bien, como “aquello que te encuentra cuando buscas algo que es propio” Si la idea que se me ha ocurrido es lo suficientemente poderosa como para que venza la inercia y me ponga en acción, intento primero ver qué sentimiento encierra esa idea y provocar lo mismo en el lector, buscando siempre formas que provengan de descubrientos personales, aunque se deban a descubrimientos de gente que lleva en esto mucho más tiempo que yo.
TBYNPG: Según me comentaste en nuestro primer contacto, Brautigan es uno de los inspiradores de tu trabajo, pero, ¿qué mas referentes hay en tu trabajo tanto a nivel narrativo como en el aspecto visual?.
D.A.: Brautigan me gusta mucho, creo que, en general, me siguen llegando muy internamente las voces que formaron alternativas a lo académico que se imponía en sus propias épocas. Desde Mellvile, Twain, Ambroce Bierce hasta los autores de la contracultura como Vonnegutt, Pynchon, Cuvert, Barthelme, DeLillo. De los autores más actuales me gusta mucho George Saunders, o Jonathan Lethem. Me gusta también mucho la literatura Argentina, Macedonio Fernández, Roberto Arlt, Rodolfo Walsh, Fresán, Fogwill, Piglia, y españoles como Gómez de la Serna o Vila-Matas. Aunque, en la adolescencia, empecé leyendo literatura fantástica y novela negra, y siempre vuelvo a autores como Frederic Brown, Hammet, Chandler o Jim Thomson. Leo, realmente, de todo.
Caspa Radioactiva. Entrevista a Darío Adanti.
TBYNPG: Según ha contado Forges en alguna ocasión, su padre le dijo un buen día que para ser un buen dibujante, sus dibujos se tendrían que reconocer a 15 metros. Es indudable que tus dibujos se reconocen casi a kilómetros, je, je, je, pero ¿Cómo definirías tu estilo y cómo llegaste a él?. ¿Cuándo fue el día que dijiste: "Ya está, así es como voy a dibujar"?.
 D.A.: La verdad es que nunca me lo he planteado. Creo que mi estilo es la suma de lo que aprendí de los autores que me gustan pasado por el tamiz de mis propias limitaciones como dibujante. De hecho, siempre estoy cambiando mi dibujo. No por insatisfacción, si no por juego y necesidad narrativa. Por juego porque me gusta probar cosas, porque me divierte y porque hay momentos que, lo que se me ocurre, me exige un tipo de formas o de dibujo que no tengo desarrollado y eso me obliga a buscar cómo dibujar aquello que quiero contar. Y sin embargo, a pesar de esta búsqueda constante, mi dibujo sigue teniendo ciertas pautas que lo hacen reconocible, por eso digo que mi estilo se lo debo mucho más a mis limitaciones que a mis virtudes.
TBYNPG: ¿Prefieres dibujar a mano o mediante ordenador?. ¿Qué te parece el debate que hay en torno a esta cuestión?.
D.A.: Yo vengo sufriendo ese debate desde el año 1998 en que me compré mi primer ordenador. Esto es algo que se ve claramente en las primeras páginas de la recopilación de “Caspa Radioactiva”. Yo, como buen cultor del underground de los ‘90, quería tener un dibujo duro, estático, gráfico, pero mi pulso y mi línea son más brutos, más descontrolados y me costaba mogollón conseguir un pasado a tinta que le dira esa dureza tan entrañable. Y entonces me compré mi primer ordenata y empecé a pasar los bocetos con las herramientas del photoshop y el freehand, pero la base, siempre, era un boceto hecho a mano. A partir de ahí me empezaron a caer las críticas de cierto sector de los lectores del Jueves más conservadores. En las cartas de lectores, las que llegaban hablando de lo que yo hacía eran, por lo general, en la línea: “No sabe dibujar”, “Es un diseñador gráfico que quiere hace tebéos”, etc. Y yo nunca fuí diseñador gráfico, estudié cine pero lo dejé porque empecé a publicar mis historietas en medios argentinos desde bastante joven, así que mi oficio es netamente editorial. O como reza aquel tema de Lou Reed “Crecí en público”. Así que el debate de ordenata o a mano, lo he vivido en carne propia desde hace más de 10 años. Siempre hay un sector del público más conservador, pero, para eso existe la variedad, y gracias que existe. El hecho es que, en algún punto de mi carrera, hace ya 4 o 5 años, me di cuenta de que la gente jóven que se había criado con los ordenadores, los iba a usar de forma mucho más precisa y creativa que yo, de forma más natural, al menos, y que, enotonces, mi valor no iba a ser las nuevas tecnologías sino esa historia de oficio en editoriales en épocas anteriores al ordenador que me tocó vivir, y por eso volví a la plumilla y el pincel. De todos modos, creo que el ordenador esa una herramienta más, tan expresiva o limitada como el pincel, todo depende del jugo que le saque uno a esa herramienta o lo que cuente con ella. Creer que un dibujo hecho en ordenador no es artístico es la misma gilipolléz que pensar que un cuadro pintado con acrílico es menos “arte” que uno pintado al óleo. La expresión va siempre por otros caminos y puede utilizar tanto una herramienta como otra a la hora de tomar cuerpo y expresarse.
Caspa Radioactiva. Entrevista a Darío Adanti.
TBYNPG: ¿Cómo un argentino como vos tiene tanta fijación con la cultura mejicana de calaveras y diablitos?.
D.A.: Mi fascinación por la cultura mexicana es consecuencia directa de mi fascinación por su historia, y por su arte. Siempre me interesó la historia mexicana, las culturas precolombinas, la revolución, las Cristiadas, los artistas mexicanos, desde Posadas y sus grabados de calaveras, hasta los muralistas como Diego Rivera o Siqueiros. Además, siempre me ha facinado el lugar que ocupa México en cierta literatura, desde la desaparición en plena revolución de Ambrose Bierce, hasta el mexico de “Bajo el Volcán” de Lowry, conforman las diferentes caras de la riqueza de la cultura mexicana que se extiende mucho más allá del propio méxico.
Además ¿A quién no le gustan las calaveras, los rituales mortuorios, los luchadores, y las películas serie B, o las grandes conspiraciones del siglo XX como el asesinato de Trotsky? Todo eso también es México y es fascinante. No lo puedo evitar.
TBYNPG: ¿Tus personajes son deliciosos freaks en estado puro, ¿por qué ese gusto por lo raro, por lo que se sale de la norma?.
D.A.: Supongo que algo así no se elije, es como que te guste más la empanada de carne que la de atún. De todos modos, puedo intelectualizarlo y creo que, por un lado, es algo propio de ese espíritu infantil que no deberíamos perder (el año pasado hice un evento en una tienda para chicos muy especial, que se llama Glück, que consistía en dibujar Monstruos junto con los niños: ¡a todos los niños le gustan los montruos!), y, por otro lado, dentro de mi decepción por el comportamiento del ser humano y su manejo del “poder” como eje central de su evolución, aquellos que han nacido con algún tipo de deficiencia o diferencia, no dejan de generarme una gran empatía porque tienen que, constantemente, derribar ese muro que tenemos todos grabado a fuego como parte fundamental de esta cultura de “los ganadores”, lo que me parecen mucho más interesantes que los que triunfan, a priori, sin esfuerzo, solamente por la convención de la simetría y la supuesta “harmonía” de sus cuerpos o sus mentes. No puedo eviarlo, me gusta más la empanada de carne.
TBYNPG: ¿Alguna vez te has autocensurado o has dejado una historia de lado por algún motivo?.
D.A.: Ultimamente sí que me autosensuro, poco, pero lo hago. Hay chistes que hice para Caspa Radioactiva que no sé si me atrevería a hacerlos de nuevo. Creo que en la época en que los hice, empezaba a sentirse el peso de la “Corrección Política” algo que ha existido siempre pero que no tuvo ese nombre ni se convirtió en política de comunicación de manera tan radical hasta el final del siglo pasado. Y lo que más me jodía era que el Progresismo fuera su principal abanderado, me jodía que fuera el progresismo por cercanía ideológica. Me revelaba pensar qué pasaría si Nabokov publicara “Lolita” o Pasolini estrenara “Saló” en estos tiempos que corren, ¿Qué sería de autores como Genet si no estuvieran avalados por el tiempo y por intelectuales como Sartre, e intentaran publicar hoy en día? Eso me hacía buscar la provocación como forma de estirar los límites. Yo sabía que tenía un fuerte “Principio de autoridad” a la hora de reirme de la inmigración por mi posición de inmigrante, lo que es una auténtica hipocrecía porque creo que tengo el mismo derecho para reirme de cosas igual de urticantes sin ese “principio de autoridad”. El problema es que ahora, tal vez sea la edad, me pregunto qué pasa si en vez de provocar las conciencias de quienes no padecen, ofendo a quienes sí padecen. Y eso me hace tomar una actitud que, sin bien puede ser menos “vital”, resulta bastante más “responsable”. Es una autoncensura que no proviene de la moral sino de la reflexión de qué se quiere provocar y a quién.
Caspa Radioactiva. Entrevista a Darío Adanti.
TBYNPG: ¿Cómo surgen conceptos como Niño Dios, Elvis Christ o el pequeño Manson?. ¿Te han ocasionado algún problema?.
D.A.: No sé realmente cómo surgirá un personaje. Cada uno tiene su historia. En el caso del Niño Dios fue leyendo los Evangelios Apócrifos, en una edición comentada por Borges. En uno de los capítulos de la infancia de Jesús, contaban que El Niño Dios se cabreó con otro niño y, milagro mediante, lo partió por la mitad o le arrancó los brazos (ahora no recuerdo exactamente cuál fue el anti-milagro). Luego de que la virgen María lo regañara, el Niño Dios hizo que su pequeño contrincante recuperara su forma inicial de ser humano simétrico. Esto me dio la idea de que, viendo la crueldad que se gastan los niños, si Dios se hiciera Hombre, con el poder que tiene, de niño sería un pedazo de hijo de puta.
En cambio Elvis Christ se me ocurrió leyendo un libro de ensayo de Grail Marcus que se llama “Dead Elvis” donde se reseña el culto al Elvis Post-Morten.
Manson, en cambio, vino después de leer "Death Cult” un librito sobre asesinatos rituales editado por Jack Sargeant. Está claro que Manson es un icono Pop y como tal me facina, por todo lo que tiene de oscuro y por como representa nuestra necesidad conjunta de identificar El Mal fuera de nosotros.
En general, los personajes se me ocurren leyendo y mirando películas, o más bien “aparecen” en el papel como necesidad de dibujar aquello que acabo de leer o ver.
TBYNPG: ¿Cómo calificarías tu humor?, a mi me recuerda al magistral absurdismo de Faemino y cansado, pasado por un filtro de serie Z y mucha mala leche.
D.A.: Pues me gusta tu definición, yo soy fan de Faemino y Cansado y de la serie Z, así que me parece muy acertado. Si a eso le sumamos el humor de Vonnegut, de Macedonio Fernández, de los 3 Chiflados, de Glen Baxter, de los Monty Phyton y de Robert Crumb, yo creo que llegamos a una definición bastante cercana. Con mucho de cierta escuela argentina del humor que va desde las viñetas de Landrú, Osky, Fontanarrosa o Langer, pasando por el humor televisivo de Pepe Biondi, los uruguayos de Hiperhumor, Pipo Cipolatti, o la gente de “Cha-Cha-Cha”, y el humor de los dibujantes de historietas jóvenes de la revista Fierro de los años ’80.
Todo eso convive en mi estilo, por eso te decía que me debo a múltiples fidelidades.
TBYNPG: ¿Qué debe tener una tira cómica para que funcione?. ¿Cuáles son los pilares fundamentales sobre los que se asientan tus historias?.
D.A.: Depende, en el chiste, intento buscar la trasgreción de la forma clásica de “gag”. Creo que si el humor, como decía Macedonio Fernández, es sorpresa intelectual, pero llevamos décadas bombardeados de un mismo formato de “sorpresa”, entonces el intelecto ha dejado de sorprenderse y hay que buscar otras formas de sorpresa aunque sea la antítesis de los sorpesivo. En cuanto alas historias, que pueden ser graciosas pero no tienen por qué ser “chistes”, caigo siempre en la estructura propia de las paradojas. Creo que el mismo hecho de que un homínido haya desarrollado el pensamiento es una paradoja en sí misma. Lo que te hace sobrevivir como individuo y como especie es el desarrollo de la conciencia, pero esa misma conciencia es la que te hace saber que vas a morir. Esa paradoja signa nuestra vida y partir de ahí toda nuestra forma de pensar el mundo es a traves de las paradojas.
me gusta mucho una idea de Jordi Costa al respecto. Jordi dice que el primer chiste que existió fue la risa que les provocó a los demás homínidos al ver que uno de sus congéneres se ponía en dos patas para luego caerse de culo. Ahí empezó todo y luego, todo chiste es la evolución de esa sorpresa.
Caspa Radioactiva. Entrevista a Darío Adanti.
TBYNPG: ¿Esta la salvación de la humanidad en las risas y en el humor?. Desde luego es indiscutible si muchos aprendieran a reírse de ellos mismos. ¿Qué te quita el buen humor?.
D.A.: Por esto mismo de la paradoja no creo que haya salvación para la humanidad, pero tampoco condena. En todo caso hay salvación y condena en una mismo envase, como las ofertas del supermercado de 2 x 1. Creo que hay caminos menos malos que otros, pero somos esclavos de la paradoja: todo lo que inventemos tendrá consecuencias, unas más deseables que otras, pero no existe paraíso sin un infierno agazapado en los rincones del mismo y viceversa. Lo que sí creo es en humor como válvula de escape ante la rutina, ante la imposición de un pensamiento único y como hecho ético que equilibra la balanza en un mundo que tiene a la seriedad como valor intachable y, si te pones a pensar, nadie le hizo más mal al mundo que la gente seria y sin sentido del humor. ¿Qué sentido del humor tenían Franco, Videla, o Hitler? Ninguno.
Desconfía de aquellos que te digan que no tienen sentido del humor.
TBYNPG: Ahora que se reedita en formato lujo aquellas historias de Caspa Radiactiva, ¿cómo recuerdas aquellos años colaborando en "El Jueves"?. ¿Cómo nace este tomo y por qué?.¿Y por qué esa "o" en radi(o)activa?.
D.A.: Fueron muchos años, pasaron muchas cosas, al principio fueron años convulsos: mudanzas de países, de ciudades y de pisos. El esfuerzo constante por la adaptación, que a los veintitantos años te resulta feliz y novedoso, a ahora me parecería insufrible. Recuerdo las dificultades económicas, todo “trasnplante” tiene una cuota muy grande de felicidad por lo que te aporta a nivel vital, y de dolor, por lo que te exige de sacrificio. Me pasé cuatro años seguidos sin viajar a Buenos Aires a ver a mi familia porque mi economía no me daba para comprar el pasaje. La mayoría de los autónomos vivimos a salto de mata, así que recuerdo los triunfos, como con Vacaláctica y Elvis Christ, en que ganaba buen dinero, y recuerdo esos años en que se me cayeron varios trabajos a la vez y no llegaba a fin de mes. En tantos años se murió mi abuelo, me separé, la cagué infinidad de veces y acerté otro buen número de ellas. Es más o menos lo que le pasa a cualquiera en más de una década de vida. Solo que Caspa Radioactiva, aunque parezca mentira, hay obsesiones que surgen a partir de esas experiencias. Hay un chiste negrísimo sobre desconectar a tu abuelo en coma, de los aparatos que lo mantienen vivo, y es un chiste que hice los dias en que viajé a Buenos Aires para visitar a mi abuelo en coma. Los dibujantes, sobre todo si hacemos humor y publicamos diariamente o semanalmente, estamos obligados a pensar chistes incluso en los peores momentos de nuestras vidas, y, en mi caso, eso se refleja en mi trabajo aunque sea de forma críptica. Pero es una obligación que llena tu vida de un sentido particular, y yo le agradezco a mi oficio tener la posibilidad de transformar la realidad en chiste.
Este tomo nace hablando con Felix Sabaté, editor de Glenat y gran amigo. Caspa Radioactiva fue un aprendizaje para mí, una búsqueda de límites tanto gráficos como humorísticos, esa etapa terminó, y solo había constancia de ella en una selección de 60 páginas que había editado El Jueves hace ya varios años. Me sorprendía que siempre que me encontraba con un lector, me mencionara a algún personaje de la Caspa, incluso en el dentista, el tipo, al enterarse que yo era el que hacía el Niño Dios, me comentara “tu estás mu’ loco”. Sin saberlo, o sin proponérmelo, incluso sin que fueran personajes tan queridos cuando fueron publicados, mucha gente que leía El Jueves en aquellas épocas recuerda aún esos personajes y los recuerdan con cariño. Así que decidimos meter todo lo que yo tuviera guardado de Caspa Radioactiva en un solo volumen. Y yo creo que, este tipo de recopilaciones, son la mejor manera de meterse en la cabeza del autor e ir siguiendo su evolución a travez de su obra. Por eso le puse Toda Aquella Caspa Radioactiva, porque cada vez que álguien me recuerda alguno de mis perosnajes de la Caspa, me lo recuerda como si fuera parte de un pasado, y para mí, también forman parte de un pasado. De todos modos, la recopilación no está completa, tengo al rededor de 100 páginas perdidas en mudanzas, y documentos corruptos que no logré recuperar. Es como una metáfora de la memoria, aunque quieras recordarlo todo, hay cosas que se pierden para siempre.
Caspa Radioactiva. Entrevista a Darío Adanti.
TBYNPG: ¿Cuál es el método de trabajo de Dario Adanti?. ¿Cómo surgen esos chistes o en qué te inspiras para llegar hasta ellos?.
D.A.: Lo explico en respuestas anteriores: hay mucho de asociación libre de lo que leo o veo, pero también hay mucho de experiencia personal impuesta como experiencia a unos personajes particulares. También hay mucho de charla entre amigos, donde siempre, si hay química se produce una sana competencia chistosa entre los que participan, y a veces se llega a puntos de humor increibles, porque como cada amigo intenta superar el comentario gracioso del otro, el chiste se perfecciona sin la necesidad de que tú te lo trabajes mediante la corrección. Y no hablo de corrección ortográfica sino de “redacción” del chiste. En el chiste es muy importante el “como” lo contás. Esa búsqueda del “como” a mi me ha llevado muchas veces a entregar varis versiones de una misma página según pasaban los dias, porque, luego de entregarla, me iba a la cama y se me ocurría que el chiste podía funcionar mejor si le cambiaba una palabra o alteraba la redacción de una tira.
TBYNPG: ¿Trabajas con música de fondo?. ¿Cuál?.
D.A.: La mayoría de las veces sí, aunque también me gusta mucho trabajar en silencio. Si bien escucho todo tipo de música, a la hora de trabajar necesito cosas tranquilas para que me permitan pensar. Suelo escuchar cosas como el pirmer Bob Dylan, Jhonny Cash, Rambling Jack Elliot, Mississippy Jhon Hurt, Bonny Prince Billy, Damien Jurado, Nick Cave o Atahualpa Yupanky y Jorge Cafrune. En cambio los domingos, cuando hacemos jornadas de limpieza con mi chica, ahí nos ponemos más pop, desde los Pixies y la Velvet Underground hasta JonatHan Richman.
TBYNPG: ¿Qué opinas de la industria del comic?. ¿Está en crisis como se dice?.¿Hay algun comic preferido que quieras recomendarnos?
D.A.: Yo creo que la industria del cómic goza de buena salud. Con buena salud me refiero a que se publican cosas muy interesante y aunque no tenga la masividad que tenía en los ’80, goza de un público más o menos estable y aunque haya muchos que, pasada la juventud, dejan de leer cómic, aparecen constantemente nuevas generaciones que encuentran en el cómic un medio que los llena. No viví “el auge” de los cómics, así que desde que empecé a publicar se hablaba de la Crisis. En todo caso creo que todo medio tiene auges y caídas y que ni uno ni otro son estados permanentes. Creo que depende mucho del tipo de cómics que hagas. En mi caso, no son los de mayor aceptación popular, como podrían ser el manga y los superhéroes, y sin embargo vivo de lo mío desde que tengo 19 años más o menos. Supongo que con las crisis estos “auges” y “caídas” se potencian, pero la industria sobrevive y se produce algo muy nitzscheano que es que no sobreviven los mejores sino los que tienen mayor fuerza de voluntad y logran adaptarse, no se caen, y si se caen se levantan. De todos modos, el tipo de cómic que hago yo nació en las páginas de la prensa, y , más allá de las modas que dictan si ahora se utliza más la fotografía que el cómic o viceversa, me gusta estar presente en la prensa. Me gusta pensar al cómic que yo hago como un medio de expresión parásito.
La verdad es que últimamente me dedico a comprar y leer los clásicos que están apareciendo en ediciones muy cuidadas y completas. Desde todo Snoopy y Carlitos, que leerlo de corrido resulta realmente sorprendente, Schultz era realmente como el John Cheever de los cómics, hasta los Popeyes de Segar, que eran muy difíciles de conseguir, yo tenía apenas un par de librillos, la recopilación de todo Krazy Kat, de los cuales yo tenía ya 5 libros editados en los ’80 pero, a mí que soy un fan, me sorprendido mucho ver sus últimas páginas, Dick Tracy o todo lo que se está reeditando de Vázquez. A nivel generacional, yo le recomendaría a todos “Hervir un oso” de Noguera y Millán, “Soy Anécdota” de Guillem Dolls. Y no hablo de Clowes, Burns y Crumb, porque creo que cada cosa nueva que aparece de estos autores es impresindible para cualquier lector de cómics.
TBYNPG: El mundo del cómic, ¿da para comer por sí mismo o hay que compaginarlo con otras tareas ilustrativas?.
D.A.: Depende mucho del tipo de cómic que hagas. Por suerte para mí, el humor sigue teniendo cabida en los medios, de todos modos, debido tal vez a que mi estilo de humor es más minoritario que el de otros, yo trabajo también de ilustrador para prensa y hago animaciones para la tele. Pero no me lo tomo como un sacrificio paralelo porque lo veo dentro de un mismo grupo que es el de la narración dibujada. Son cosas que se retroalimentan entre sí, y soy feliz haciendo las tres cosas.
También he currado escribiendo guiones como en Space Ghost que lo hacíamos con el amigo Jorge Riera y era realmente un placer.

Caspa Radioactiva. Entrevista a Darío Adanti.

¡Tiembla, Amenábar!


TBYNPG: ¿Qué libro estás leyendo ahora y cuál nos recomendarías?.


D.A.: Ahora mismo acabo de terminar de leer “La Casa de los Conejos” de una escritora Argentina que vive en París, Laura Alcoba, y que me ha parecido maravilloso. Es la historia de su infancia viviendo en la clandestinidad porque sus padres eran militantes de Montoneros en plena dictadura militar. Sin duda una Gran Pequeña novela, pequeña solo por la cantidad de páginas, y Grande por lo que cuenta y cómo lo cuenta. Hay una escena de ella con ocho años en la casa de la vecina cañón que todo los machos del barrio desnudan con la mirada, la vecina mostrándole su colección de zapatos y la niña ocultándole su nombre porque eso podría significar la denuncia y la desaparición, que me hubiera gustado que fuera una historieta corta mía: la violencia de una época a través de los ojos de una niña aislada por el peligro de las ideas, con el riesgo de la tortura y de la muert, y una inesperada relación con una mujer aislada por su belleza. En una realidad donde la violencia y lo peor de lo masculino son la ley, la belleza de las ideas y la belleza del cuerpo puede aislar a una niña y a una mujer, aunque en diferente grado de peligro, hasta convertirlas en inesperadas compañeras de juego donde, por un motivo o por otro, cierto aspecto de lo “femenino” se convierte en placer oculto. Es solo un capítulo de la novela pero que me ha parecido realmente inspirador, como toda la novela en sí.
Además de “La Casa de los Conejos”, recomendaría “Los Millones” de Santiago Lorenzo. Me hubiera encantado que la historia de Lorenzo se me hubiera ocurrido a mí y fuera mi primer Novela Gráfica.
Últimamente he regalado mucho “Warlock” de Oacley Hall, una novela del oeste que me hubiera gustado que fuera una serie de HBO dirigida por Sam Peckimpah con el Bob Dylan de ahora haciendo el papel de “gambler”.
TBYNPG: ¿Te gusta el cine de Amenábar?, je, je, je, ya sabes por qué te lo pregunto, ¿no?. ¿Cómo surge una obra tan lúcida y maravillosa como "Mis problemas con Amenábar"?.
D.A.: Ja ja! No, la verdad es que no es el cine que más disfruto exactamente. La idea de “Mis Problemas con Amenábar” surge cuando se nos acaba la colaboración conjunta que teníamos con Jordi en el suplemento “El País de las Tentaciones”, que se llamaba “Vida Mostrenca” y que posteriormente recopilamos en un libro. Trabajando en esa sección nos conocimos y nos hicimos amigos y nos jodía el tener que seguir con nuestras rutinas laborales sin esa pequeña pero importante fracción de nuestra vida laboral que nos convocaba y que tanto placer nos daba. Así que, cuando terminó, decidimos seguir haciendo cómics juntos para los amigos de Mondo Brutto. Ahí comenzaron los “cómics mostrencos” en donde aparecían nuestros alter egos Mostrenco y Che-qué-Loco. Entonces a Jordi se le ocurrió hacer un cómic “verité” sobre sus encuentros con Amenábar y a mí me pareció una gran idea. Primero porque conocía las anécdotas reales que quería contar Jordi y porque compartí esa fobia con él. Me parecía genial el mezclar autobiografía con crítica de cine en formato cómic, en una especie de “making-off” cínico sobre esa cosa tan extraña como es la Industria del Cine y su relación endogámica con los medios de comunicación y el poder político.

Caspa Radioactiva. Entrevista a Darío Adanti.

Mostrenco y Che-qué-Loco


TBYNPG: Hablando del binomio "Mostrenco articulista / Ilustrador Ché-qué-loco", ¿De dónde surge la amistad con Jordi Costa?. ¿Qué le aporta Jordi Costa a Dario Adanti y viceversa?.
D.A.: La amistad con Jordi surge haciendo Vida Mostrenca. Jordi publicaba en el Tentaciones desde el número cero, y yo estaba en la lista de ilustradores que colaboraban con el suplemento, así que cuando el director del suplemento de aquel momento, Fernando Rimblas, le pidió a Jordi una sección sobre cultura basura y le ofreció trabajar con algún ilustrador de los que colaborábamos con el suplemento, Jordi me eligió a mí, porque había visto mi librito “La Ballena Tatuada” y porque habíamos hecho un trabajo juntos para Cinemanía, y él, que curraba en el canal, había visto mi bobina de animación con mis cortos de “Vacaláctica” y “Elvis Christ” que hacía para la MTV Latino. Empezamos a colaborar y nos hicimos amigos. Como diría el personaje de Robert De Niro en “Los Padres de ella”, ese suegro ex agente de la C.I.A. que causa pesadillas a Ben Stiller, Jordi, desde aquella lejana época, pertenece a ese pequeño círculo de amistades cercano conocido como “círculo de confianza”.
TBYNPG: ¿Cuales son tus películas preferidas?. En tu trabajo se notan influencias de la serie B, Z, el sexploitation si no me equivoco, pero, ¿con qué películas disfruta Dario Adanti y cuales aborrece?.
D.A.: La verdad es que me gusta de todo. Es cierto que me divierte mucho la serie B, creo que en muchas de las películas de serie B o Z, a pesar de su torpeza, su falta de medios, o su vocación frustrada de plantearse abiertamente como un “negocio”, hay hallazgos narrativos y estéticos que escapan de los academisismos y las convierten en auténticas joyas Pop. Me gusta mucho el cine de Zombies, desde “Yo anduve con un Zombie” de Tourneur, hasta las pelis actuales pasando por Romero y Fulci. Me gusta Russ Meyer y Hershen Gordon Lewis, la Sci Fi de los ’50 como “Their Come from Outer Space”, “Cat Woman of the Moon”, etc, pero también me gustan grandes directores como Peckimpah, Leone, Argento, Lynch, Los Cohen, West Anderson. Soy muy abierto al respecto.
TBYNPG: ¿Cómo ves la industria del cine en general y la española en particular?.
D.A.: La verdad es que, aunque tengo amigos profesionales del cine, nunca fuí parte de esa industria, así que mi opinión está sesgada por la falta de experiencia en el medio. Puedo hablar desde lo que sé pero, supongo, filtrado por el prejuicio de quién no conoce la realidad del medio. Lo que creo es que es una industria difícil que se debate entre la expresión y el negocio, entre las necesidades personales de narrar determinado tipo de historias y las necesidades de la industria de ser competitiva. Y eso es un lucha casi dialéctica si no fuera porque el equilibrio se rompe al haber un número limitado de espectadores, como sucede en los países con una población escasa, donde el terror a no recuperar económicamente la inversión genera imposiciones de estilo que no están basados en lo que el espectador quiere sino en lo que los que se juegan esas sumas creen que el espectador quiere. Y esto limita, supongo, mogollón. Sobretodo porque la gente que invierte la pasta y que impone sus prejuicios está de por sí alejadísima del espectador mayoritario, pero cree saber lo que este quiere. Hay una frase de Denis Johnson en su novela “El Nombre del mundo” que dice algo así como que el artista es aquel que hace su obra sin la limitación de preveer qué pensarán los otros de dicha obra. Todo lo contrario a una industria que tiene la obligación de ser productiva primero para garantizar lo que se invierte en ella, y segundo porque numerosos puestos de trabajo dependen de ella. Y esa es una paradoja difícil de solucionar.
TBYNPG: ¿Qué tal la experiencia en el mundo de la animación?. ¿Cómo se presenta este campo en tu futuro?.
D.A.: Siemre me gustó la animación y sigue siendo parte importante de mi trabajo. Solo que, como animador independiente, digamos casi kamikaze, no puedo, ni quiero, ser parte de una industria de la animación, con lo que los trabajos se reducen. Sobretodo en tiempos en que la economía es inestable, los presupuestos para caprichos como lo son mis animaciones se reducen por no decir que desaparecen. Así y todo sigo haciendo animación para Turner, hago cortinillas y promos junto a Jorge Riera para Adult Swim, cosa que me da mucho placer porque, aunque la “maqueta” de las cortinillas venga impuesta por el libro de estilos del programa americano, es lo suficientemente amplia como para encajar ideas y estéticas que me llenan. No puedo hablar del campo de la animación en general porque yo trabajo la animación no como un animador al uso sino como un dibujante de tebeos, es decir, en la soledad de mi casa, todo lo contrario a lo que es la animación en general: un trabajo de equipo más parecido a la producción cinematográfica que al cómic.
TBYNPG: ¿Qué va a ser lo próximo que veamos de ti?.
D.A.: Bueno, proyecos tengo varios, dese una novela gráfica que avanza muy despacio y de la que nadie ha visto nada: recuerdos bizarros de infancia en la argentina de los ’70, en plena dictadura militar con la tortura y el asesinato sucediéndose en las tripas de esa sociedad, aunque mi enfoque es más bien parecido al de la película “Amarcord” de Fellini que a un cómic de denuncia. Estoy haciendo también nuevas historietas de la Ballena Tatuada, para poder re-editar el día de mañana el que fue mi primer libro editado en España y que está ya descatalogado. Solo que quiero agregarle el triple de páginas con material nuevo. Y una nueva aventura en dos libros de Mostrenco y Che-Qué-Loco que será lo que verá la luz primero y que me hace mogollón de ilusión porque se me plantéa com un nuevo reto gráfico. Las nuevas aventuras de Mostrenco y Che-Qué-Loco verán la luz a finales de este año…Y en animación, estamos pendientes de que se emita por fín en la tele la serie de PutoKrío, no el mío, sino el original de Jorge Riera, en la que participé en la gráfica, la animación, y la edición junto con el estudio de diseño La Camorra, y otro proyecto conjunto con Jorge Riera que suma personajes de ambos que se llama Zona-K-roña” y que la demo la hicimos también con los chicos de La Camorra y con animaciones de Javi Peces.
Muchos de estos proyectos ya están hechos hace más de dos años y solo falta que vean la luz. Otros están en camino, y otros son sólo eso, proyectos.
ZONA K-ROÑA from Jorge Riera on Vimeo.
TBYNPG: Si echas la vista atrás, a tus comienzos, ¿qué ves?. ¿Cómo ha cambiado Dario Adanti?.
D.A.: Veo un chico con ganas de hacer grandes cosas pero en constante lucha con sus limitaciones, y ahora veo un tipo profesional queno ha perdido esa necesidad de trasgredir la profesión por la necesidad acusiante de divertirse. El oficio te cambia, y está bien que así sea, porque el oficio es el aprendizaje del manejo de las herrmientas del medio, y la mejora cualitativa de tu expresión por la experiencia. Además, es lo que nos vincula con la clase trabajadora, con el que talla muebles o hace pan. Pero siempre hay que mantener ese espíritu díscolo de la adolscencia en contraste con el oficio. La lucha constante entre estos dos polos opuestos, es, de todas las paradojas, la más enriquecedora.
TBYNPG: Si Dario Adanti, como dice el título del blog, tuviese boca pero no pudiese gritar, ¿qué haría?.
D.A.: Gritaría: “¡QUIERO QUE EL FIN DE SEMANA DURE UN DÍA MÁS!”
Y es que el fin de semana es el que le dedico a mis proyectos no laborales, a estar con mi chica, a ver pelis y series, a leer, a descansar y a cocinar, y dos días se me hace poco. Si Dios luego de trabajar 6 días descansó uno, los seres humanos necesitamos más del doble de tiempo de descanso. Si nosotros somos incapaces de construir el mundo en 12 días, el doble de tiempo de Dios, ¿a quién se le ocurrió que el doble de tiempo de descanso iba a ser suficiente para nosotros?
TBYNPG: Muchas gracias por toda tu atención y por tu tiempo. Ha sido un placer.
D.A.: Gracias a tí por la entrevista, el placer ha sido mío.
Caspa Radioactiva. Entrevista a Darío Adanti.


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