Saul Armendáriz, conocido por el sobrenombre de Cassandro, es un luchador profesional estadounidense de origen mexicano perteneciente a la subcategoría de los llamados exóticos, que visten de manera extravagante y sexualmente ambigua. En su caso, además, su estética glam era una forma de mostrar sin tapujos su homosexualidad, siendo pionero en este aspecto dentro de la lucha libre. La película repasa, en formato de ficción, algunos momentos de la vida de Armendáriz y de su ascenso a la cumbre en este deporte.
La lucha libre es un espectáculo muy popular tanto en Estados Unidos como en México, a la par que bizarro por su nulo prestigio cultural y por la apariencia un tanto carnavalesca de los luchadores y de sus máscaras. En principio cabría pensar que un biopic sobre uno de los primeros luchadores abiertamente gays, que se presentaba en el ring con purpurina, colores chillones y adoptando poses de drag queen, y cuyo momento culminante fue la pelea con el hijo de El Santo, el héroe más legendario de este peculiar deporte, debería ser grandilocuente, fastuoso, divertido y casi enloquecido; sin embargo, Cassandro es un drama apagado y tristón, como manda la ortodoxia política actual, que ha prohibido el sentido del humor y no entiende la diferencia entre reírse de alguien y reírse con alguien que siempre ha sido el primero en reírse de sí mismo.
La enorme incoherencia que supone querer construir un relato inocuo que no moleste a nadie, no asuma ningún riesgo y que siga sin separarse una coma las normas actualmente establecidas, a partir de la vida de un personaje transgresor cuyo interés radica precisamente en haber dinamitado las normas establecidas en su momento es el fallo de base de la mayoría de biopics actuales sobre personajes a los que la forma de pensar dominante hoy en día ha homogeneizado como víctimas de su condición de minorías, intercambiables entre sí y sin personalidad propia. 
A ello se suma una puesta en escena mediocre, que ni siquiera transmite adecuadamente en qué época transcurre la acción ni la evolución de la carrera deportiva de Cassandro, y un guion sin estructura ni arco dramático. La película solo funciona, y a medias, como vehículo de lucimiento para su protagonista absoluto y productor ejecutivo, Gael García Bernal, alma, motor y único elemento de interés de la misma.
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- ##check## Lo bueno
- Gael García Bernal, alma indiscutible de la película.
- ##times## Lo malo
- El tono apagado de telefilm antiguo y la falta de una estructura narrativa.
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- Puntuación Total 4 / 10
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