Una de las semillas más nutritivas y tonificantes que existen y que además tiene un sabor único que da ese toque especial a nuestros platos
¿Qué tipo de alimento es la castaña?Esta pregunta es bastante frecuente cuando llega el otoño y por lo tanto nos acercamos a
la celebración de la castañada, una tradición muy arraigada en Cataluña que se celebra la noche antes de Todos los Santos y que últimamente convive con otra fiesta, el Halloween, que poco a poco va ganando terreno.
Según algunas teorías el castaño viene de Asia Menor desde donde fue introducido por los romanos en muchos países mediterráneos para hacer pan para las tropas, y también servían de alimento a los caballos. Según estudios más recientes del origen de las castañas podría ir mucho más allá, ya que se han encontrado restos fosilizados en la Península Ibérica de más de 2.500 años de antigüedad.
La castaña ha sido un alimento de gran utilidad en épocas difíciles en que escaseaban otros recursos alimenticios, como por ejemplo en tiempo de guerras o en épocas en que se pasaba hambre. Muchas poblaciones pudieron sobrevivir a base de castañas, ya que de la harina se puede elaborar un sustituto del pan. De hecho, la composición de la castaña, que botánicamente es una semilla o una nuez, se parece mucho más a la de los granos de los cereales que a la de otros frutos secos. Así pues, la castaña es uno de los alimentos más ricos en hidratos de carbono que nos ofrece la naturaleza, ya que
contiene un 37%, cantidad comparable sólo con la que contienen las legumbres y los cereales.
La castaña contiene sobre todo almidón, un azúcar complejo que da energía durante mucho rato. En cambio, contiene muy poca cantidad de proteínas y de grasas. La castaña es pues un alimento energético, que proporciona unas 200 calorías por cada cien gramos.
En cuanto a vitaminas y minerales, contiene sobre todo vitaminas del grupo B, un poco de vitamina C, mucho potasio y ciertas cantidades de magnesio, hierro, calcio y fósforo. El hecho de tener muy poco sodio y mucho potasio la hace
muy recomendable en caso de hipertensión o afecciones cardiovasculares.
Hay que decir que también contiene una cantidad apreciable de fibra y que en nuestro organismo actúa como un tonificante muscular, y además es alcalinizante, astringente y galactógena (aumenta la secreción de leche). Por lo tanto, está muy indicada en los siguientes casos:
- Estados de fatiga física.
- Cansancio debido a un ejercicio muscular intenso (deportistas o los trabajadores manuales)
- Épocas de crecimiento. Ya que es una buena fuente de energía, vitaminas y minerales muy recomendable para el crecimiento óseo y muscular de los adolescentes.
- Arterioesclerosis y problemas de circulación y del corazón. La castaña aporta mucho energía y mucho potasio y en cambio poca grasa y poco sodio y todo ello contribuye a evitar la tensión arterial.
- Diarreas. Sobre todo en forma de puré. Tiene efecto astringente y regulador.
- Insuficiencia renal. Posee efecto alcalinizante que puede compensar el exceso de ácidos en la sangre, como el ácido úrico o la urea que se pueden acumular cuando el riñón no cumple sus funciones.
- Lactancia materna. Es un alimento que aumenta la secreción de leche en las mujeres que amamantan, además de aportar nutrientes necesarios en esta etapa.
Eso sí, se deben masticar bien porque pueden dar flatulencias.
Las personas con sobrepeso u obesas y también los diabéticos deben consumir las castañas con precaución, por su gran riqueza en hidratos de carbono, que las hacen altamente energéticas.