Revista Insólito

Castillo-Buen-Amor-Salamanca

Publicado el 01 junio 2024 por Monpalentina @FFroi


En una zona netamente rural como es la localidad armuñesa de Topas, cercana a la capital salmantina, en medio de una dehesa y rodeado de encinas, alcornoques, pinos, viñedos y almendros, se encuentra el castillo de Villanueva del Cañedo, o Castillo del Buen Amor, una construcción del siglo XV, construido sobre una fortaleza militar del siglo XI, que se levantó para defender la retaguardia de las tropas de la Reconquista, y del que se conserva todavía el sótano.

En el siglo XV perteneció a los Reyes Católicos, pero en 1477, el castillo pasó a ser propiedad de Alonso Ulloa de Fonseca Quijada, obispo de Ávila, que reconstruyó y trasformó la fortaleza en una casa palacio señorial gótico con detalles renacentistas que se convirtió en su residencia habitual. Entre 1958 y 1960, tras pasar por varios dueños y en un estado ruinoso y de abandono total, fue restaurado por la familia hostelera Fernández de Trocóniz, que desde 2003 ha pasado a ser un hotel con 41 habitaciones de lujo, respetando al máximo la originalidad del edificio. Hoy día es uno de los mejores ejemplos de castillo-palacio de la provincia y forma parte de la red "Posadas Reales" de Castilla y León.

El castillo está construido en piedra de Villamayor, es de planta cuadrada con torres cuadradas de ángulos redondeados en sus esquinas, y, como se halla situado en medio de la campiña armuñesa sin ningún accidente orográfico, llama la atención su gran foso defensivo y la Torre del Homenaje. Un bello patio gótico organiza el interior, con una hermosa galería en tres de sus lados. A la belleza del edificio se le suma su entorno, rodeado de dehesas y tierras de labranza, 7 Has de viñedo, un huerto ecológico y un laberinto vegetal que nos traslada a la época medieval.

El castillo con sus habitaciones abovedadas, terrazas y torreones logran que pasear por sus pasillos o por el patio, cenar en las antiguas mazmorras o pasear por sus jardines nos recuerden a un marco idílico de épocas pasadas. Pero, ¿cuál es el origen de su nombre? Este se debe a su propietario, el obispo de Ávila, que fue un ferviente seguidor de los Reyes Católicos y al mismo tiempo capitán del ejército. Reformó el edificio para compartir su vida y su amor con doña Teresa de las Cuevas, un amor prohibido que, no obstante, fue firme hasta el final de sus vidas, pues formaron una familia numerosa con cuatro hijos.

El castillo, en la actualidad, tiene su lado misterioso de leyendas y fantasmas, por el hotel se oyen testimonios de presencias fantasmales como el de la "Dama Blanca" y fenómenos asociados. En cualquier caso, visitarlo será siempre una experiencia inolvidable.

Castillo-Buen-Amor-Salamanca


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