Aldea histórica de Portugal, Monsanto se encuentra enclavada en el granito, se sitúa en la ladera de una gran elevación escarpada, llamad Cabeço de Monsanto (Mons Sanctus) y que surge repentinamente en el valle al noreste de Idanha-a-Nova.
En su punto más alto, a 758 metros, se encuentra su imponente castillo, que se funde con la roca granítica y desde el cual hay unas espectaculares vistas del entorno.
A principios del siglo XII Alfonso Henriques donó el pueblo conquistado a los moros, a la Orden de los Templarios y entonces su Maestre de Portugal Gualdim Pais, ordenó construir este imponente castillo. Dentro del mismo se pueden ver restos de una iglesia así como restos de tumbas excavadas en la roca granítica donde se enterraba a los caballeros en tiempos de la reconquista española de tierras ocupadas por los moros.
Durante el tiempo el castillo sufrió diferentes modificaciones, con lo que lo que se ve hoy día no es lo que en sus inicios, en la edad media, era este majestuoso castillo. Don Sancho I repobló y reedifico la fortaleza que fue destruida en las luchas contra el Reino de León. Posteriormente fue de nuevo reparado por los Templarios. Ya a mediados del siglo XVII Felipe IV de España intenta cercar Monsanto sin éxito. En el siglo XVIII durante la Guerra de Sucesión Española el Duque de Berwik cerca Monsanto de nuevo, siendo derrotado por el ejercito portugués. Sin duda uno de los lugares más inaccesibles es este castillo.
Una visita que merece la pena, tanto la aldea como el pueblo o el entorno para dar un paseo entre formaciones graníticas espectaculares y no digo nada de las impresionantes vistas desde lo alto del castillo.
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