El despertador suena a las 9, aunque ya estábamos despiertos. Yo no he dormido casi, pensando en lo del coche. Mando un correo a la compañía y me contestan que está todo en el contrato. Que si tenemos algún percance ellos nos cubren hasta 3000€. Lo compruebo en el contrato y es verdad. Nos quedamos más tranquilos.
Ducha, recogemos y bajamos. La chica de recepción habla un perfecto castellano y nos ofrece un café. Como lo agradecemos. Charlamos un rato con ella y mientras, damos buena cuenta de las galletas que ayer nos dio mi tía.
Terminado, despedida y carretera. El Waze funciona a la perfección. La carretera está llena de radares y nos va avisando. Destino Castillo de Peles, en Sinaia. Tenemos unos 115 km a nuestro primer destino.
Vamos todo el rato por una autovía de dos carriles por sentido. Rara vez superamos los 80 km/h. Hay muchas intersecciones que cruzan perpendicular y hay que ir con 100 ojos. Creo que no lo hemos comentado, el coche es automático y es la primera vez que conduzco uno. Se hace muy raro, hay que pensar en no mover el pie izquierdo y no pegar un frenazo al intentar embragar. Para cambiar las marchas es una palanca al lado del volante. Es fácil, pero hay que acostumbrarse.
Vamos pendientes de encontrar un banco para cambiar. La chica del hotel nos ha recomendado no cambiar en la calle. Por fin pasamos por un pueblo en el que vemos un banco y paramos. Tienen problemas con el ordenador y me acompaña amablemente a una oficina de cambio que hay cerca. El cambio está a 1€ = 4'715 RON.
CASTILLO DE PELES
Llegamos a Sinaia, lo cruzamos y llegamos a una glorieta donde a la izquierda está la desviación hacia el Castillo De Peles. No dejan subir, suponemos no hay sitio en el aparcamiento. Cuesta 15 RON aparcar dentro de los dos parking que hay.
Buscamos donde aparcar y enseguida encontramos. En la glorieta si sigues recto, toda la margen izquierda de la carretera se puede aparcar y hay bastantes sitios, hasta autobuses vemos aquí aparcados. (No merece la pena pagar por aparcar dentro, ya que los parkings están a 100 metros el primero y 300 el segundo de la glorieta). Hay una subida de algo más de un cuarto de hora desde la glorieta.
Cuando empezamos a subir vemos que también lo hace algún coche, habrán dejado hueco. En el camino empieza a llover cada vez más. Apretamos el paso. El paseo es muy agradable, lleno de vegetación. Hay algunas edificaciones por el camino. Los tejados nos llaman mucho la atención. Antes de llegar vemos muchos puestos y tiendecitas con recuerdos para turistas y bebidas.
Llegamos a lo que parece el castillo, es precioso. Vamos a la taquilla, hay al menos 2 lugares distintos donde comprar las entradas. Son 30 RON, visitar primer piso, los dos son 60. Saco el carnet de prensa a ver si cuela. No solo lo aceptan sino que entro gratis. Así que, vemos los dos pisos, los dos, por el precio de uno. (hacen descuento a estudiantes y pensionistas).
Para poder hacer fotos hay que pagar aparte 35 RON y por vídeo 60 RON. Nosotros no hemos pagado por estos conceptos y hemos hecho fotos con el móvil con un poco de discreción, un par de veces si que nos han llamado la atención. Creemos que nadie paga por hacer fotos y todo el mundo hace con el móvil. En cuanto a horarios depende de días, la apertura, pero la hora de cerrar es la misma, a las 16:15 horas es la ultima visita. Sacamos unos capuchinos de maquina, por 5 RON los dos.
Dicen que solo se puede ver en visitas guiadas, pero nosotros lo hemos visto a nuestra bola, hemos pedido en español y nos han dado una hojita con la descripción de cada sala. Con guía en ingles y rumano. Nada más entrar lo primero que te dan son unas calzas azules para poner en los zapatos, son reciclables.
Según cuenta la Lonely Planet y corroboramos nosotros, la organización de las visitas guiadas es un desastre. Hemos hecho cola unos 10 min, (los rumanos se cuelan mucho) los grupos son numerosos y se agolpan sala tras sala. Nosotros como éramos los únicos españoles o guía en ingles o papelito. Suponemos que en verano habrá visitas guiadas en español.
El castillo, que yo lo llamaría palacio es alucinante. Fue la residencia de verano del Rey Carlos I. Construido entre 1873 y 1914 e inaugurado en 1883. Tanto en el exterior como en el interior predomina el estilo neorrenacentista.
Hemos ido recorriendo distintas estancias como la sala de honor, sala de armas, biblioteca, sala antigua de música o la habitación real.
En todas ellas predomina maderas nobles, tapices, cristal de Murano, alabastro y el cuero repujado español de Córdoba.
Nos ha gustado mucho todo, merece la pena ver la visita completa, aunque pensamos que es un poco caro. Visita clásica son unos 40 minutos y la completa 1:30 horas. Al visitar la planta de arriba había mucha menos gente, parece que la mayoría solo compra la visita clásica.
Nos acercamos al Castillo de Perisor. Está a 100 metros del anterior. Los horarios de visita son iguales y el precio 20 RON adultos.
Lo mando construir el sobrino de Carlos I, que parece no tenia bastante con el de Peles, que hizo construir el suyo. Es de estilo art nouveau. No hemos entrado porque se nos hacia tarde.
Paseamos viendo todo el complejo, caballerizas, puesto de guardia,...todo reconvertido en hoteles, bares, tiendas,...
Compramos una coca cola, estamos secos y volvemos al coche a comernos el bocata que nos sobró ayer.
Con las mismas ponemos rumbo a Brasov. En la carretera encontramos señales que advierten del peligro con los osos. Parece ser que dada la gran población de este animal, se acercan a las ciudades en busca de comida y ya ha habido más de un susto.
El 60% de la población europea de osos pardos vive en las montañas de los Cárpatos.
Cuando empezamos el año y pensábamos en donde podríamos viajar este año, comentábamos con Marina y José Manuel (con la pareja que viajamos el año pasado por Etiopía) que porque no hacíamos el Transiberiano y mira por donde nos encontramos en Transilvania, jajaja. Nada que ver aunque el juego de palabras es curioso. Y es que así es, entramos Transilvania, una región histórica localizada en la parte centro-noroccidental de la actual Rumanía. Está rodeada por los montes Cárpatos. La capital tradicional de la regiones Alba Julia, por donde pasaremos en unos días. La región fue parte de la provincia romana de la Dacia, después de la victoria del emperador Trajano frente al rey dacio Decébalo, en 106 d. C. (Algunos datos sacados de la wikipedia)
Transilvania significa "tierra más allá del bosque".
En el camino había bastantes atascos, pero nuestro amigo Waze nos los ha evitado buscando rutas alternativas, es una maravilla. Llegamos a nuestro nuevo alojamiento en Brasov sobre las 18:00 horas. Se llama Vila Paul Relax Room y lo hemos cogido para 2 noches por Airbnb. Es muy recomendable, esta muy limpio, todo huele fenomenal y ademas tiene parking. Lo único que no me gusta demasiado es el llegar con el coche hasta él, ya que hay que subir por unas rampas muy empinadas y estrechas. Andando en poco más de 10 minutos estas en el centro.
Nos instalamos y salimos a conocer un poco la ciudad y buscar algún sitio donde hacer una merienda-cena y poder irnos pronto a descansar. Desde la ventana hay muy buenas vistas, ya que estamos en alto. Hemos visto que en una iglesia cercana hay una fiesta. Vamos a ver. El día sigue muy gris, volverá a caer?
Llegamos a la iglesia, es la de San Nicolás y hay una banda tocando y gente vestida con la ropa típica bailando.
Entramos en la iglesia y empieza a llover. La verdad, es bastante más bonita por fuera, dentro no tiene gran cosa. Al lado vemos el cementerio.
Al lado se encuentra la Casa Museo de la Primera Escuela Rumana. Se imparten clases desde finales del s. XVI. Está cerrado, aunque vemos unos paneles explicativos fuera.
Al salir, llueve bastante menos, compramos 1 litro de leche en un super para desayunar mañana. Lo bueno de este tipo de alojamientos, es que tienes cocina.
Vamos callejeando hasta el centro, la Plaza Piata Sfatului. Lo vemos por encima, mañana tocará verlo más en profundidad. Llegamos hasta la Iglesia Negra. Detrás hay una plaza muy grande y algunas calles peatonales. Cogemos la mas ancha y después de descartar un montón de restaurantes, no estamos muy inspirados, nos decidimos por uno que tiene un edificio precioso. Se llama Mado Cafe.
La camarera habla algo de castellano y nos ayuda. Pedimos dos sopas (sopa en rumano es ciorba y se pronuncia "chorba"): una de verduras y otra de tripas ( ciorba de burta), según ellos, de callos, según nosotros. De segundo, pollo con verduras y queso rayado. Todo bastante pasable. De beber, una cerveza Ursus para los dos. Total 68 RON.
Vuelta al hotel, escribir un rato en el blog, cafecito y a dormir.
Saludos viajeros.
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