Revista Libros

Castillos de cartón - Almudena Grandes

Publicado el 06 octubre 2010 por Rusta @RustaDevoradora
Castillos de cartón - Almudena GrandesEditorial: Tusquets
Páginas: 202
ISBN: 9788483104699
Precio: 7,95€

Castillos de cartón

María José (Jose) trabaja en una casa de subastas. Un día recibe la llamada de un antiguo compañero de la facultad, Jaime, que le comunica que su amigo común Marcos se ha suicidado. En el momento en que Jose recibe la llamada, se hace una retrospección que se remonta a principios de los años 80 en Madrid, cuando los tres amigos, Jose, Jaime y Marcos, estudiaban Bellas Artes. La mayor parte de la novela se centra en esa época: cómo se conocieron, qué les ocurrió y cómo terminó todo. Aun así, si buscáis una novela de acción e intrigas, no creo que esta sea la mejor opción para vosotros: aunque no sepamos el “cómo”, desde el principio sí que sabemos que los caminos de los tres se separaron, así que en cierto modo es una novela previsible.

Toda la novela se centra únicamente en los tres personajes, su pasado y un poco de su presente. Entre esto y su extensión, yo lo consideraría más un relato largo que una novela. Tiene la estructura típica de planteamiento, nudo y desenlace de cualquier relato, creo que para considerarlo una novela le harían falta más matices y alguna historia secundaria.

Por último, en esta presentación del libro no quiero olvidarme de comentar que quien haya escrito la reseña de la contraportada se cubrió de gloria. Cuando iba aproximadamente por la mitad me dio por releerla, y no sólo leí cosas que aún no habían sucedido, sino que también encontré una clara referencia a cómo termina todo. Por muy corto y previsible que pueda ser, ningún libro se merece que desvelen todo su interior en cinco líneas.
Castillos de cartón - Almudena GrandesPersonajes

Si hay algo que me fascinó de otra novela de la autora que he leído, Atlas de geografía humana, es sin duda la gran caracterización de los personajes. Tal vez mis impresiones sobre Castillos de cartón se ven afectadas por ello, pero lo cierto es que aquí no se profundiza lo suficiente en los personajes, no están mal pero podrían haber dado más de sí.

- Jose: es la chica, no os confundáis, y la que lleva el hilo de los acontecimientos, aunque su peso en la historia es el mismo que el de sus dos amigos. La Jose joven, que es la que conocemos mejor, es una chica de veinte años que sueña con ser pintora. En la época en que conoce a Jaime y a Marcos, sin embargo, ya empieza a ser consciente de que no logrará su sueño. Jose tiene talento, pero le falta ambición, tal y como le dice uno de sus compañeros. En su relación con Jaime y Marcos, ella será el centro, como no podía ser de otra manera al ser ella la única chica del trío.

- Jaime: al contrario de su amiga Jose, el Jaime joven tiene ambición por la pintura pero carece de talento. Es un gran dibujante, capaz de hacer réplicas de las obras de arte más famosas en unos minutos, pero sólo sabe hacer bien eso, copiar y dibujar. Es un chico poco atractivo físicamente, pero que sabe compensar este hecho con su simpatía y su facilidad para acercarse a las chicas.

- Marcos: es el único que logrará su sueño, ser un gran pintor, pues tiene tanto talento como ambición. Sin embargo, nada más empezar la novela sabemos que se ha suicidado. Marcos era un chico al que siempre le costó vivir, tal y como dice de sí mismo en el libro. Es muy guapo y tiene buen físico, pero le falla la forma de ser: tiene un carácter retraído, le cuesta relacionarse con los demás y llevar la misma vida que ellos. Por eso valorará tanto su amistad con Jose y Jaime, porque a pesar de ser tan distinto de ellos son las personas más cercanas que tiene y eso hará que todo lo que ocurra en su relación le afecte el doble. Para mi gusto, es el personaje más atractivo de todos, aunque no se profundice lo suficiente en él.
Castillos de cartón - Almudena Grandes
Primera parte

La primera parte del libro me enganchó desde la primera página. Que tenga un estilo adictivo es algo que valoro mucho (ser adictivo no implica ser un best seller del montón, y si un libro no engancha mal vamos), y en el caso de Almudena Grandes aún lo valoré más porque, como os decía, en su otra novela su estilo me había parecido denso y pesado en algunos momentos. Aquí tengo la impresión de que la escritura es más ligera, sin ser simple, y eso hace que la lectura sea más rápida y requiera menos concentración.

Esta parte me parece especialmente buena, no sólo por el estilo, sino por cómo trata la historia. Se hace la retrospección a los años 80 y nos presenta a los tres protagonistas. Plasma muy bien la situación de cada joven y las ilusiones con su carrera. Este capítulo lleva por título El arte y, aunque para muchos no sonará tan atractivo como los otros tres títulos, es de lo mejorcito del libro. Grandes nos muestra a unos jóvenes ilusionados por el arte, cada uno a su manera: Jose con sus peculiares cuadros y la sensación de que nunca triunfará; Jaime ambicioso con sus dibujos; Marcos con su carácter retraído pero pintando mejor que nadie… Creo que todo lo que se relata es muy creíble, y la autora hace que te resulte cercano y te metas dentro de la historia.
Castillos de cartón - Almudena Grandes
Fallos en el desarrollo
Ante todo, quiero decir que el tema de esta novela, su historia, me gusta. Una relación entre tres personas siempre me ha llamado mucho la atención y eso es un plus para el libro. Aun así, por mucho que me gusten las historias de este tipo, el libro tiene fallos. Y comento esto más que nada porque a alguien a quien no le llame mucho el argumento tal vez estos fallos le pesarían más que a mí.

Con desarrollo me refiero a la segunda y tercera parte, que en mi opinión son lo peor de toda la novela. En ellas se produce un cambio en la temática: los protagonistas siguen siendo los mismos, pero se dejan de lado sus ilusiones con la carrera para centrarse exclusivamente en sus relaciones personales. En teoría, dentro de una obra literaria esto tendría que ser una ventaja: a todos nos gusta más leer sobre relaciones entre personas (no necesariamente de parejas) que de su vida estudiantil o laboral. Sin embargo, no me gusta este cambio tan drástico, entre otras cosas porque la novela pierde profundidad: se olvida de lo anterior para centrarse en otra etapa, y las cosas no son así, la vida no es tan simple. Tendría que haber seguido arrastrando lo anterior aunque fuera de forma más secundaria.

Mi opinión se ve apoyada cuando, más adelante, se vuelve a sacar el tema de los estudios para cambiar la situación de la relación de los chicos en aquel momento. Esto, lo siento, pero me pareció una tomadura de pelo: si no has hablado de un tema en cien páginas, no puedes volver a sacarlo de repente y menos aún para provocar un hecho clave del desenlace. No, no y no. Es que así la historia pierde toda su credibilidad. No porque no sea creíble lo que se cuenta, sino por la manera de contarlo. Si la autora no se hubiera olvidado de la otra parte de la vida de los estudiantes no habría ningún problema, lo que ocurre se entendería perfectamente.

Otro aspecto en el que falta profundidad son los personajes. Les ocurre exactamente lo mismo que a la historia: empiezan muy bien, parece que los vamos conociendo… Pero los cambios drásticos se los cargan y nos acabamos encontrando con unos Jose, Jaime y Marcos desconocidos. Desconocidos por lo mismo que la historia pierde credibilidad: porque no se profundiza lo suficiente en ellos y así es difícil entender sus reacciones. Es básicamente por esto por lo que considero que los personajes están poco trabajados, sus personalidades prometían pero no he llegado a conectar con ellos.

Esto es muy subjetivo, pero estoy convencida de que la intención de la autora era escribir un relato con un aura especial, un aura dada por la recreación de Madrid de aquellos años. A la hora de hablar de “aura especial” siempre tomo como referente a Anna Gavalda, porque con todos sus libros he sentido lo mismo: la capacidad de crear un mundo aparte dentro de un mundo normal, de contarnos una historia de personas normales con una sensibilidad que los hace especiales; en definitiva, unos relatos que hacen que te sumerjas en otro mundo, aunque sea el mundo real, mientras dura su lectura (y a veces incluso cuando la has terminado), siempre de una forma muy elegante. No sé si he explicado bien lo que yo entiendo por “aura especial”, pero en relación con este libro lo que quería decir es que la autora sólo consigue crear ese aura en algunos momentos. A ratos me metía dentro de la historia y sentía que yo también estaba ahí, en plena movida madrileña, alejada de otras preocupaciones. Pero sólo eso, a ratos.

Final

Lo que más destaca de esta cuarta y última parte son los sentimientos que transmite. No son sentimientos románticos, ni sentimientos especialmente positivos, más bien al contrario. El final tiene una mezcla de triste y agridulce, pero me gustan este tipo de finales, así que por mi parte no hay problema. Con los hechos que se dan, la historia te llega, conmueve y hace que la novela sea buena.

Aun así, a pesar de estos sentimientos sé que no pasa de ser una novela que no tardaré en olvidar. La última impresión que te deja un libro es la de su final, pero entre nosotros no hablamos de finales buenos, sino de libros buenos, es el conjunto lo que importa. Si hubiera mantenido el nivel del principio durante el desarrollo, la cosa sería muy distinta.

En conclusión, Castillos de cartón no me parece la mejor novela de Almudena Grandes (Atlas de geografía humana y Los aires difíciles le dan mil vueltas), pero su estilo fácil de leer y su brevedad hacen que sea una buena opción para descubrir a esta autora. En vuestras manos está decidir si le dais una oportunidad o no.

Mi valoración: 6,5/10


Volver a la Portada de Logo Paperblog