En el área manchega,dentro de lo que constituye la actual provincia de C. Real, se conocen poblados de menor tamaño y envergadura, parcialmente destruidos por estar situados en zonas húmedas,uno de los cuales es el del Cerro de las Nieves.
Este lugar se encuentra al este de la población de Pedro Muñoz. Este poblado se fundó en un momento aún sin precisar, durante el siglo VI o inicios del V a.C. (Fernández, Hornero, Pérez, 1994, 121)
La mayoría de los materiales recogidos en este asentamiento son de tipo cerá- mico, entre los que se pueden distinguir varios tipos: cerámica a torno gris, a torno ibérica,a mano gruesa en vasijas grandes de almacenamiento y a mano fina, en pequeños vasos troncocónicos o bicónicos de tradición de Campos de Vrnas. (Fernández, Hornero, Pérez, 1994, 118)
También es importante la presencia en este enclave de fíbulas en bronce y de cerámica griega importada. Entre las actividades económicas que se daban en este asentamiento estarían la agricultura atestiguada por la presencia de hallazgos de morteros, cubetas, etc y la metalurgia en pequeña escala.
Otra actividad económica de este asentamiento era la ganadería. Según se desprende de los restos de fauna analizados de-bían predominar los ovicápridos. Este poblado va a ser abandonado hacia fines del siglo IV o inicios del III a.C. En la zona más oriental de la actual provincia de Ciudad Real, probablemente en la localidad de Alhambra, se localizaba la ciudad romana de Laminium. Este enclave posiblemente había sido un oppidum prerromano,que durante el siglo I d.C. se convertiría en una ciudad privilegiada.
Los romanos aprovecharán la existencia de un oppidum ibérico, asimilando a la población indígena, que en el siglo I d.C. estará prácticamente romanizada. El yacimiento de Alhambra se situaba en un cerro de arenisca de 872 mts de altura,que se eleva sobre el Campo de Montiel. Se trataba de un establecimiento de carácter estratégico, que dominaba una vasta extensión geográfica. Plinio va a incluir a Laminium entre las ciudades estipendiarias del Conventus Carthaginensis. (Plinio III, 25)
Este autor va a indicar el nacimiento del Anas en el Ager Laminitanus. (Plinio NH 3, 6) También Plinio nos indica que las mejores piedras de afilar proceden de Laminium. (Plinio, NH, 36, 165) El paso de ciudad stipendiaria a municipio de este enclave se va a producir en época flavia.
Sabemos que en época romana este lugar era un importante nudo de comunicaciones en la Meseta Sur, tal como nos indica el Itinerario de Antonino. La facilidad de las comunicaciones propiciarían los contactos con otras áreas peninsulares, a juzgar por la presencia de elementos de importación itálicos, vidrios, platos de lujo, etc.
También tenemos conocimiento de la existencia de una necrópolis ibero-romana en Laminium. El interés de esta necrópolis reside en su cronología que se inicia en época ibérica y alcanza la romanización. Entre los enterramientos algunos parecen datarse entre los siglos IV-III a.C. (Fernández y Serrano, 1993, 193)
Entre los materiales aportados por esta necrópolis destacan diversos unguentarios, 6 urnas pintadas, 1 plato de barniz rojo, 3 platos de terra sigillata aretina y dos esculturas zoomorfas en piedra. (Fernández y Serrano, 1993, 191) De algunas ciudades carpetanas como Alce, tenemos una referencia por las fuentes históricas que nos informan que esta ciudad fue tomada por T. Sempronio Graco en el 179 a.C. en su campaña contra los celtíberos.
Este pueblo estaba en este momento en expansión por zonas como Carpetania,que eran más fértiles que el territorio celtibérico. Graco después de tomar esta ciudad, consiguió un gran botín e hizo prisioneros a los hijos de un reyezuelo llamado Thurro, que a partir de este momento será aliado del ejército romano.(Salinas, 1986, 46) En época romana fue una importante mansión de la calzada que unía Emérita con Caesaraugusta, a través de Lusitania.
Según el itinerario de Antonino estaba separada XL m.p. de Laminium y XXIIII de Vico Cuminario.
Tradicionalmente se ha querido ubicar en algún lugar de una zona comprendida entre las localidades de Villacañas, Campo de Criptana y Alcazar de S.Juan. (Roldán, 1973, 211) P. Madoz ubica a Alce en la localidad de Alcazar de S. Juan (Madoz, 1846, 443 y 446), donde se ha descubierto una importante villa romana.
La ciudad de Contrebia Cárbica, situada en la la actual localidad conquense de Villasviejas, presenta una importancia que se refleja en el inicio de la conquista romana y en el período de la guerra de Sertorio.
En este sentido Livio nos relata los acontecimientos del año 181 a.C. cuando dos legiones romanas marcharon desde Aebura “per Carpetaniam ad Contrebiam”. (Livio 40, 30-34 Este oppidum prerromano, que contaba con un importante sistema defensivo, parece que tuvo una exténsión aproximada de 45 hectáreas. (Almagro y Dávila, 1995, 212)
La localización de Contrebia Cárbica en Fosos de Bayona parece establecerse en función de los hallazgos monetarios de la zona, que han aportado varios testimonios de la ceca Contebacon, identificada con esta ciudad. Konterbia Karbika fue una ciudad que acuñó moneda de plata y bronce desde mediados del siglo II hasta mediados del I a.C.
Finalmente debemos indicar que esta ciudad de Contrebia Cárbica parece que va a desaparecer en el siglo I a.C. en favor de la ciudad de Segóbriga, que se hallaba próxima a esta y que alcanzará un importante desarrollo en época altoimperial.Esta ciudad va a estar comunicada con el enclave de Contrebia Cárbica, mediante un ramal de la vía romana Complutum-Cástulo.
De otra parte las necrópolis conocidas de este territorio, como las Esperillas y Villafranca de los Caballeros, reflejan un ambiente plenamente ibé- rico. La primera de estas necrópolis está emplazada en un pequeño altozano en el término municipal de Sta Cruz de la Zarza (Toledo). El principal rito de enterramiento constatado en esta necrópolis es el de incineración, del que sólo se pueden excluir dos sepulturas de inhumación.
Estas tumbas se depositan dentro de cavidades horadadas en la roca caliza. Además de los vasos de ajuar, los enterramientos conservan ofrendas elaboradas en metal. Entre estas piezas se han recogido fíbulas de doble resorte, de ballesta y anulares hispánicas. (García y Martínez, 1988, 63)
Esta necrópolis de la II Edad del Hierro tiene un amplio período de utilización que se extiende desde el s.VII hasta el s.III a.C. De otra parte la necrópolis de Palomar de Pintado en el término de Villafranca de los Caballeros (Toledo) presenta un tipo de enterramientos,que como los de carácter tumular,en piedra o adobe, se consideran típicos del área ibérica del S.E. peninsular. Esta necrópolis se caracteriza por la ausencia de cualquier tipo de armas, así como por la presencia de numerosas fíbulas anulares en bronce.
También se han hallado en esta ne-crópolis cerámicas de importación como algunos Kántharos áticos de barniz negro. (Carrobles y Ruiz, 1990, 241) El desarrollo de esta necrópolis parece abarcar una amplia cronología que va desde los siglos VII-II a.C. (Carrobles y Ruiz, 1990, 243) Junto a estas necrópolis,disponemos del hallazgo en un posible conjunto tumbal en el Espartal (Madrid) de un mango de hueso trabajado,y de un plato de barniz rojo.
Estos materiales se sitú- an dentro del marco de la segunda edad del Hierro de la Submeseta sur. El plato de barniz rojo sería una muestra de los influjos ibéricos en esta área, mientras que el mango de hueso estaría en relación con la industria ósea realizada por grupos de la II
Edad de Hierro en la Meseta Norte. (Barrio y Blasco, 1989) En definitiva el panorama que nos ofrece el poblamiento en el área carpetana durante época prerromana, es el de un territorio en el que la población se agrupaba generalmente en oppida, ubicados en lugares estratégicos,fácilmente defendibles que controlaban fértiles territorios.
Estos asentamientos estaban situados frecuentemente en lugares próximos a cauces fluviales, que ofrecían un importante aprovéchamiento agrícola. La forma del habitat presenta en esta región una continuidad durante toda la edad del Hierro hasta el primer tercio del siglo I a.C.
Las fuentes históricas del período de la conquista, mencionan ciudades que en muchas ocasiones desaparecen o no tienen importancia en el período posterior de control efectivo de Roma del territorio. Sólo ciudades como Complutum, Consabura o Toletum, serán especialmente relevantes en época altoimperial, desarrollando importantes programas urbanísticos, especialmente a partir de época flavia.
Julián Hurtado Aguñahttp://www.uam.es/otros/cupauam/pdf/Cupauam26/2605.pdf
Revista Cultura y Ocio
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