El subsuelo de localidad de Linares tiene historia, sin duda, pero su superficie no le va a la zaga. Así lo demuestra el Museo Arqueológico casi monográfico dedicado a la ciudad iberorromana de Cástulo, localizada a apenas cinco kilómetros, cuyas ruinas son visitables en su término. Si el viajero toma la carretera JA-4102 en dirección a Torreblascopedro deberá estar atento a un desvío a la izquierda que está señalizado. La máquina del tiempo le conducirá a un yacimiento que milenios atrás fue lustroso.
Cástulo se erigió como una importante ciudad íbera, capital de la región de Oretania. La ocupación de la zona ya tuvo lugar en el 3.000 antes de Cristo, en plena Edad del Bronce, donde algunos agricultores se establecieron en comunidad para crear la denominada Cultura de los Silos.
Ruinas de la ciudad de Cástulo.
A partir del siglo X a.C. a Cástulo se la considera un centro neurálgico de la periferia del reino de Tartessos debido a sus importantes y fecundos yacimientos minerales, lo que motivó la atracción comercial de griegos y fenicios. Ya en época ibérica, Cástulo se alzó como uno de las fortalezas urbanizadas de postín de lo que hoy es Andalucía y por extensión, de la península. De hecho, acuñó moneda propia.
Sus ambiciones territoriales le llevaron a expandirse hasta Ciudad Real por el norte, Málaga por el sur, Gibraltar por el oeste y Cartagena por el este. No obstante, el emergente poder militar de los cartagineses les llevó a la apropiación de la ciudad en el año 208 a.C. tras duras escaramuzas.
La ciudad andaluza alcanzó notoriedad en época íbera y romana./paleorama
Pero apenas dos años después, la nueva potencia del Mediterráneo que ya era Roma, a manos del ejército de Publio Cornelio Escipión, se hizo con Cástulo. La Oretania desapareció y la urbe fue incorporada a la provincia de la Tarraconensis. A pesar de estar bajo el yugo romano, Cástulo mantuvo su estatus de ciudad avanzada para la época. Sobre todo, después de aliarse con Roma, que resultó vencedora, en la Segunda Guerra Púnica frente a Cartago. Permitieron que Cástulo pudiera explotar los yacimientos de metal de parte de Sierra Morena.
Los restos que todavía hoy perduran en tierras andaluzas corresponden al pasado de Cástulo como ciudad romanizada. Contó con un gran teatro que posiblemente dispusiera de anfiteatro. Bajo dominación visigoda, la ciudad jienense dispuso de una sede episcopal, interrumpida en el siglo VII tras trasladarse el obispado a la pujante ciudad de Beatia (Baeza). Comenzó ahí su declive, que se agudizó con la llegada de los árabes.
Mosaico dedicado a las cuatro estaciones hallado en Cástulo./Kordas
Su suerte expiró en el siglo XIV. Las ruinas de Cástulo, entre ellas unas imponentes murallas, sirvieron de cantera para las florecientes ciudades de Baeza y Linares. Una de las ciudades iberorromanas de mayor trascendencia para el devenir del territorio de la península agonizó de una forma lamentable. Menos mal que la historia todavía la recuerda.
El viajero interesado en visitar los restos de la urbe deben dirigirse al centro de recepción de visitantes los martes por la tarde, de miércoles a sábado de 9 a 14 horas y de 15.30 a 18.30 horas (en invierno; hasta las 20 horas en verano), y los domingos y festivos solo por la mañana. Un teléfono al que puede llamar es el 953609389.
Un centro de recepción acoge a los viajeros que visitan el yacimiento.
Mosaicos de una gran belleza y en un estado casi perfecto de conservación hallados en Cástulo dan pie para que la imaginación del viajero, al ver este vídeo, se retrotraiga a la época de esplendor y auge que alcanzó esta zona de Andalucía en tiempos de la dominación romana de la península. Tan solo tiene que dejarse llevar:
Dónde dormir: Hotel RL Aníbal; Calle del Cid Campeador, 11; Linares (Jaén); teléfono: 953650400.
Dónde comer: Restauante La Casona; Calle Santiago, 7; Linares (Jaén); teléfono: 953601157.