Benavente, 1886. A Rafael Mejía la vida le sonríe. Es un hombre de éxito, joven, atractivo y arrogante, y acostumbra a conseguir lo que quiere en un abrir y cerrar de ojos, tanto en los negocios como en el placer.Phoebe 2015 / 336Pág. / 17.95€Casualmente Valentina comienza con un asesinato ocurrido en Ronda en 1883, tras este corto prólogo la historia nos lleva de viaje hasta Zamora tres años después. En La posada de Adela es el lugar en el que transcurrirá buena parte de la historia. Allí se conocerán nuestros protagonistas: Rafael y Valentina. Inicialmente me llamó la atención de esta historia es que la protagonistas fuese una empleada de una taberna. Un componente diferente al que estamos acostumbrados. Por su parte Rafael es un hombre de éxito, conquistador y disoluto. Pero Rafael es mucho más.La situación política del país no es la mejor de la época, están siendo gobernados por los liberares. Sagasta al mando, un hombre que formó una conspiración contra la reina Isabel II. En ese momento estaba vigente el Pacto del Pardo, un acuerdo que garantizaba la alternancia pacífica de gobiernos hasta que el rey, recién nacido, tuviese edad para gobernar. Pero Rafael piensa que Chacón, responsable de una empresa de ferrocarriles puede ser capaz de romper el pacto y plantear un golpe de Estado. Su alianza con contrabandistas hacen que sus pensamientos cobren aún más fuerza. Todo esto os lo cuento porque es una parte importante de la historia. Casualmente Valentina contiene mucha acción, a parte de la historia romántica, y se basa en los problemas políticos del país. Centrándonos en la parte sentimental lo cierto es que la historia me ha gustado mucho. La relación entre Rafael y Valentina comienza con picardia, con un Rafael embelesado y resuelto a meter en su cama a Valentina, a la que cree una simple empleada más de la taberna. Una mujer a la que pagar por sus servicios. Valentina en cambio es una mujer capaz de hacerse valer, que da una lección de integridad a Rafael al tiempo que intenta no caer en sus redes.Reconozco que en un primer momento Rafael no fue santo de mi devoción. El personaje de Valentina en cambio es otro caso. Me gustan las protagonistas así, fuertes, valientes, que ponen a los hombres en su sitio y sobre todo que se hacen valer. A lo largo de la historia veremos como se va enamorando de Rafael pero eso no le impide mantener su respeto e ideales. Casualmente Valentina me ha parecido una historia que parte de una premisa muy sencilla que consigue mantener al lector atento gracias a las dosis de acción. Una historia romántica plagada de contestaciones y guerras dialécticas, pasión y muchos sentimientos. Y por último un final que sorprende. No puedo decir que sea una historia que te robe el corazón pero desde luego es una buena lectura para las amantes del género histórico.
Valentina, la humilde empleada de una posada de dudosa reputación, será su siguiente víctima. Una muchacha tan dulce como hermosa por quien se siente irremediablemente atraído, hasta el punto de convertirla en la principal candidata para ocupar su cama, sin imaginar que, con ella, comenzarán sus problemas.
Para Valentina, la impactante aparición de Mejía provoca un enorme cataclismo en su apacible vida. Resuelta a no sucumbir al enorme embrujo que ejerce sobre ella, combatirá su oscuro atractivo de la única forma posible: conquistando un duro corazón que él presume de no poseer.
Desde los fastuosos salones del Casino de Benavente hasta el oculto corazón de la sierra de la Culebra, Valentina seguirá a Mejía en un viaje plagado de peligros y sombras de los que Rafael la intentará alejar, pero ¿será capaz de eludir con la misma fuerza el poder del amor?