Revista Opinión

Cataluña. Independencia y Europa. 2

Publicado el 20 diciembre 2013 por Manuhermon @manuhermon

Cataluña. Independencia y Europa. 2 Al independentismo tradicional le importa un carajo la integración en la UE, ellos quieren irse de España y ser un estado independiente por encima de todo y cueste lo que cueste, lo cual es muy respetable, pero no las triquiñuelas y manipulación. El problema les surge cuando los adeptos por la independencia no aumentan durante años y entonces recurren a una panoplia de argumentos para sumar descontentos que crecen con la crisis, así los argumentos para la  independencia tienen el objetivo de sumar por encima de cualquier otro y  dará igual que sean contradictorios entre sí, ahora la integración en Europa se convierte en algo muy importante para aquellas personas que sin ser independentistas se pueden sumar a la independencia. Es entonces cuando la política europea empieza a tener importancia para los independentistas, les resulta secundaria, pero necesaria para conseguir sus objetivos.
Catalunya sería miembro de pleno derecho de la UE; El proceso seria pacífico y sin violencia; Los traspasos de derechos y obligaciones entre los dos Estados serian ecuánimes y se harían generando las mínimas incertidumbres; No habría cambios radicales en el marco legal; El sistema financiero operaría como ahora; El sistema fiscal sería similar al actual; El boicot sobre los productos de consumo final y de consumo intermedio afectaría al 40% y el 20% de las ventas actuales en el mercado español; Los gastos generados por el hecho de ser un estado en lugar de una región española seguirían una estructura similar a la actual en proporción a la población. CCN.2011. Boicot comercial de España.
El Circle Catalá de Negocis, establece en su propaganda independentista que un boicot comercial de España fracasaría, o tendría pobres resultados, en el caso de una secesión.  A pesar de lo que escriben, no sería extraño que el proceso redujera los flujos económicos interpeninsulares, de los que ahora se benefician ampliamente las empresas catalanas –en comercio de bienes cerca de 50.000 millones de euros en 2010 de los 250.000 millones que se intercambian entre todas las regiones, un 25% del total- aplicando campañas directas de boicot a productos catalanes, pasando por desinversiones y deslocalización de empresas, como consecuencia de la salida de la UE, instalación de fábricas de productos competitivos en otros lugares de España, batallas diplomático comerciales, expulsión de los mercados de la UE en las condiciones que tienen ahora, lo cual supondría aranceles para los productos catalanes una vez que se hubiera negociado convenios comerciales que tardarían años en fructificar… todo repercutiría lógicamente rebajando el PIB a ambos, seguramente en mayor medida que el famoso déficit fiscal.
Resultan contradictorios algunos puntos, como el del sistema fiscal similar al actual. ¿Mantenerlo similar cuando es uno de los ejes feroces del enfrentamiento?, ¿pretenden decir que recaudaría lo mismo y que la ventaja estaría en que no repartiría a nadie, por lo que todo se quedaría allí? Eso resulta incongruente con solicitar el ingreso en la UE, una de cuyas bases contempla la solidaridad interregional. Puesto que es una de las regiones ricas, como no se cansan de repetir los soberanistas, tendrían que contribuir al conjunto, de tal forma que el resultado sería muy similar al actual. Pero entonces ¿por qué separarse? Y encima utilizando esa argumentación. Durante años España ha recibido ayudas de la UE, han sido gigantescas, -doblan sobradamente nuestras contribuciones, saldo financiero de unos 118.000 millones de €, muchas ayudas fueron a Cataluña –para situar el volumen comparen el Plan Marshall americano sobre Europa después de la II Guerra Mundial, 1948-52 fueron 13.000 millones dólares-. Ayudas que se acaban porque el crecimiento económico ha permitido igualar los territorios europeos y quedaremos fuera de las mismas. Ahora tocará dejar de recibir y empezar a contribuir si estamos por encima de la mayoría de los 28, ya que en la UE se contribuye solidariamente, dependiendo de la riqueza, a lo cual debemos entender que se negaría el nuevo estado catalán, para ser coherente con su discurso soberanista actual, ya que dejar de contribuir en un sitio para hacerlo en otro no parece congruente.
Respecto a los costes de la Administración del estado propio, si fueran calculados como suele hacerlo la Generalitat en sus balanzas fiscales, evidentemente sería imposible la apreciación que hacen, puesto que ahora evalúa costes paupérrimos respecto a la aportación del Estado en Cataluña por la administración de Justicia, Exteriores, Defensa, Servicios Sociales…
En relación al asunto del sistema financiero afirman, operaría como hasta ahora, y se quedan tan panchos. No parece que esa sea la opinión de expertos, del Banco de España, del BCE, de los mercados, bancos de inversión, brokers,… la escisión de Cataluña, representaría para ellos la salida del euro, este sería uno de los temas de mayor nerviosismo, porque nadie sabe sobre qué moneda actuaría el nuevo estado, ni si esa moneda les serviría para financiarse y a qué costes, soportables o insoportables, o cuanto modificaría los parámetros de competitividad que ahora consideran una de sus fortalezas, la moneda que utilizaran y sus costes, que también afectarían al crecimiento y austeridad, a la deuda. Sin definir la moneda resulta ridículo afirmar que sería como hasta ahora, ¿pretenden decir que seguirían utilizando el euro sin representación en el sistema europeo de bancos centrales, en el BCE, sin intervenir en sus políticas? Y como financiarían sus bancos con el BCE que probablemente no aceptaría sus garantías de aval, puesto que no forman parte de la eurozona.
Cataluña. Independencia y Europa. 2


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revistas