El descubrimiento de un nuevo tratamiento para la hepatitis C, que hasta ahora era casi una condena para quienes la padecían, ha sido un gran avance, pero ya se sabe que todo gran avance médico acaba con un gran precio.
La polémica del tratamiento:
La polémica nació debido al precio de este tratamiento, sólo se financia a pacientes que cumplen una serie de criterios bastante estrictos y que, por decirlo de alguna manera, ya están en una fase avanzada, tratando así de hacer “sostenible” el sistema.
Incluyo entre comillas este sostenible ya que el sistema es sostenible, lo que no lo es son las manos que van sacando dinero de las arcas poco a poco (los que tienen un mínimo de escrúpulos) o a mansalva como quien compra una barra de pan.
Ahora Cataluña a anunciado que sus pacientes serán tratados con los fármacos milagrosos, el sofosbuvir y simeprevir, siempre y cuando cumplan una serie de criterios. Evidentemente seguimos excluyendo a un número de pacientes, pero en comparación a las restricciones del estado estos son muchos menos.
Estos criterios han sido estipulados en base a las recomendaciones de la Comisión Farmacoterapéutica de la Medicación Hospitalaria de Dispensación Ambulatoria presidida por el director del Instituto de Oncología de Vall d’Hebron de Barcelona, Josep Tabernero.
¿Habrá más cambios?
Además estos criterios tratarán de ampliarse para alcanzar al mayor número de personas posibles. Esperamos que esta iniciativa sea la primera de muchas y se vaya extendiendo a todas las comunidades.
Recordemos que para los médicos lo principal es su paciente, y pese a que en su formación también se incluyan aspectos económicos, la principal preocupación es la salud y no la economía.
Felicidades a Cataluña por esta iniciativa que no debería ser noticia ya que nada de esto debería de estar pasando.
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