El nuevo estado afrontaría gravísimos problemas que tendrían
costes altísimos, debería negociar multitud
de cuestiones bilaterales: con qué se queda, que se lleva y que retorna, que
parte de pensiones y seguridad social, cuanta deuda del Reino de España les
corresponde asumir, tanto interna como externa, cuanto de la Sagrada Familia es
español y cuanto del Museo del Prado es catalán, etc. etc. –La Giralda tampoco
es totalmente sevillana, ni la Alhambra granadina, etc.-Tendrían que definir su moneda, euro de uso, fuera de la eurozona, o mantendrán la reivindicación histórica de tener moneda propia, si fuera así tendrían la ventaja de devaluar para salir de la crisis, el inconveniente de la depreciación, de la financiación en esa moneda. Supuesto que escogieran usar el euro, parte de la soberanía supuestamente recobrada, la cederían sobre la política monetaria, en mayor grado que ahora, en el que interviene en cuanto España, porque no podría intervenir como Catalunya dentro del Banco Central Europeo.
Por otra parte y supuesta su entrada a la UE, lo cual sería casi imposible con la negativa española, y considerando se trata de una de las regiones ricas de Europa, tendría que ser contribuyente neto al resto de regiones pobres, fueran españolas, italianas o del Este. Más o menos como ahora.

