
El ataque de los independentistas al resto de la población de Catalunya está subiendo a un nivel que roza lo absurdo y soez. Ya no basta con las mentiras que a diario son anuladas con datos, fotografías y documentos históricos que dejan en ridículo, incluso, al mismo presidente de la Generalitat gracias al Community Manager que lleva su cuenta. Como buen Govern totalitarista, y mamando de las ubres históricas de hechos que todos queremos olvidar, usan los medios de comunicación para que su propaganda separatista llegue a cuanto más gente mejor. Además de contar con un ejército de trols, pagados o no, que se pasan el día insultando y atacando a los que no son de su ideología.

Recientemente, esta periodista ha aparecido en un video frente a una vieja y desgarrada bandera independentista. Con un nivel más humorístico que periodístico, Así son sus apariciones en los medios, exhorta a los ayuntamientos de ideología separatista a desobedecer toda ley y orden que no venga de ellos, animando a colgar sus pendones independentistas, y como pendones me refiero a banderas. Una forma de solidarizarse con Montse Venturós, alcaldesa de Berga, miembro antisistema de la CUP, detenida por los Mossos d'Esquadra, a los que ahora llaman "policía autoritaria", por desobedecer el requerimiento de un juez a su presencia.

Como cabe esperar, el Govern independentista de Carles Puigdemont no dice nada al respecto de estos ataques contra los que no son de su ideología. Al contrario, con su silencio lo permiten y esperan que esto vaya a más. Culpan, eso sí, a los "unionistas" y al Gobierno de España por aumentar el nivel de odio y violencia que ellos mismos. Lo que ellos llaman "la máquina de hacer independentistas". Tampoco no debemos extrañarnos ya que apoya a la alcaldesa de Berga al desobedecer las órdenes de un juez. Poco más se puede esperar de quien, en teoría, debería ser considerado el presidente de Catalunya, aunque se impuso a dedo, y de todos los catalanes.

Ya no estamos a comienzos del Siglo XX sino bien avanzandos en el XXI, pero los sentimientos por parte de los independentistas siguen siendo los mismos. Gracias a los avances tecnológicos, esta guerra de guerrillas de independentistas contra el resto de habitantes de Catalunya ha pasado de las calles, aunque algún que otro acto vandálico y violento se ha visto por parte de ellos, a las redes sociales y medios de comunicación. El anonimato en resdes sociales los hace sentirse más fuertes para insultar y amenazar. Pero a la hora de argumentar sus intervenciones son bastantes escasas. Solo hay que ver que tienen como ejemplo a políticos en el Congreso y el Parlament cuyas intervenciones, como las de Joan Tardà o Gabriel Rufián, dejan mucho que desear tanto en estos lugares como en los medios de comunicación.
Para estos medios independentistas como Catalunya Ràdio, estos desacatos hacia el resto de catalanes son palabra de Puigdemont, te alabamos Señor.