Revista Opinión

Catalunya: Secesión y patriotismo democrático. 4

Publicado el 16 enero 2014 por Manuhermon @manuhermon
Gato por liebre en los nacionalismos Es frecuente encontrar muestras de simpatías por los nacionalismos periféricos, en muchas personas que no sienten algo parecido por la unión, con la sola explicación de que en el otro lado están las derechas. Pero, las derechas están a ambos lados ¿Por qué ha calado con el aurea de más democrático el derecho a decidir la autodeterminación en un país libre y democrático, cuando como poco existe el derecho equivalente a la integridad? Para algunos supone una especie de rebelión, -¡que se jodan! Pero a la inversa- porque creen erróneamente que la ideología de izquierdas se limita a la protesta, a estar en contra, por principio, les resulta más sencillo aceptar la oposición a un gobierno que la defensa de unos principios que debe hacerse en positivo. Esa postura dejó de tener validez para mi generación, con la experiencia de Chile, un gobierno legalmente constituido era asediado por continuas manifestaciones y huelgas, derechistas. Hasta hacerlo caer. Las movilizaciones a partir de entonces las vemos católicas, fascistas, derechosas... ¿Por qué apoyar toda acción y argumentación por el mero hecho de que vaya contra lo español? mejor distinguir y separar, los nacionalismos periféricos van contra los trabajadores, españoles y periféricos, escudarse en que el PP es malísimo y La Razón una máquina de hacer independentistas, aparte de que sea verdad, esconde lo fundamental, que es la existencia de criterio propio sobre los nacionalismos ¿Por qué aceptar que una secesión es democrática cuando ninguna constitución del mundo lo contempla? Solo una enorme falta de conocimiento cegada por la religión puede creer que Cataluña sea una colonia con derecho a la autodeterminación. Si el secesionismo fuera un plus democrático, ¿por qué no lo incluyen en sus textos quienes lo consiguen? ¿Acaso Barcelona o Tarrasa no tienen derecho a la secesión, de Cataluña? En los supuestos de Ley de Claridad canadiense se contempla el mismo derecho del todo y también de una parte del territorio escindido. Y puestos ya, los barrios ricos de los barrios pobres ¿Por qué conceder un plus de credibilidad a los soberanistas que no hacen al resto de ideas políticas? ¿Solo porque están en contra del gobierno PP? ¿Por qué aceptar la independencia creyendo a pies juntillas que todo un pueblo lo pide, sin comprobar a cuántos, quienes afecta, y de qué forma? Comprobemos si es verdad que existe esa mayoría, porque hasta ahora los votos no la mostraron  nunca, CiU era unionista hasta las últimas elecciones, y las encuestas de la Generalitat daban minorías independentistas hasta hace pocos meses. Desde la Transición el independentismo se ha mantenido por debajo del 15%. ¿Qué o quiénes son los catalanes? el pueblo catalán que ha construido Cataluña no es un bloque de hormigón catalanista, sino conjuntos variados de población en gran parte emigrante de los años 50/70 con tradiciones e intereses muy diversos fuera de la órbita nacionalista. Apoyar los intereses independentistas supone estar en contra de los intereses de los no independentistas, que hasta ahora fueron la mayoría y hoy pueden ser similares en número. ¿Por qué no aceptar que esta democracia española es tan mala o tan buena como cualquier otra? sea Reino Unido o Canadá, tenemos enormes problemas a resolver, pero no encontrarán mejor solución en manos de los nacionalismos periféricos.
La independencia no puede verse como recurso idealista al margen de las fuerzas que la dirigen, de sus documentos y propaganda, de sus objetivos y campañas, de sus personajes. El proceso en marcha en Cataluña no es progresista, sus proclamas quedan bastante atrás de la Constitución en cuanto a libertades, derechos y conceptos solidarios, defiende a los poderes económicos, propone el individualismo como forma de vida, los impuestos para quien los paga, pone barreras en la sociedad soportadas en antiguas tradiciones, historias, lugar de nacimiento, idioma, pertenencia a clases, a clanes, a colectivos culturales…declara más enemigos y extranjeros, tiene enorme carga xenófoba… y esta mercancía dañada se quiere colar como progre. Su esquema básico es el principio a cada uno lo suyo, los impuestos para quien los paga, claramente neoliberal, su proyecto de agitación y propaganda es xenófobo, anti español, los españoles roban, expolian, su práctica política es antidemocrática, las leyes no son generalizables, se aceptan si les sirven, todo lo que les sea diferente a la independencia no tiene valor para salir en los medios o ser discutido socialmente, airean el valor democrático del ejemplo escocés y canadiense, sin aceptar que dichos modelos tienen un respeto escrupuloso a la legalidad, en ningún caso se producen declaraciones unilaterales de independencia, etc. etc. en esta dinámica parece dar vergüenza considerar de mayor talla democrática la defensa de principios tradicionales de equidad, libertad, justicia, fraternidad, hoy entendida como solidaridad ciudadana independientemente de orígenes, lenguas, color de la piel... En definitiva, los independentistas no me ofrecen una sociedad mejor que la que podríamos construir partiendo de los mimbres que proporciona la Constitución, ni la historia española. Dice Stephane Dion: ‘En una democracia no hay argumento moral posible que justifique convertir a nuestros conciudadanos en extranjeros’… ‘Mis aliados son la claridad y la franqueza, y mis adversarios, la confusión y la ambigüedad’... Todos somos los unos y los otros… Uno puede estar en contra de un Estado que atenta contra los derechos humanos elementales…’ ’En el mundo hay al menos 3.000 grupos diferentes identificados y sólo 196 Estados en las Naciones Unidas. La mayor parte de esos Estados no son Estados étnicos homogéneos ni tienen una sola lengua, una única religión, una sola cultura’…’Si todas las provincias canadienses y todas las regiones europeas quieren estar  presentes en los foros internacionales, el planeta se haría ingobernable’
‘Porque en una democracia se trata de ser solidario con todos tus conciudadanos. Aceptas a todos sin atender a sus orígenes, su idioma o su religión. Y el secesionismo es lo contrario. Con el secesionismo eliges a quiénes quieres mantener como conciudadanos y a quiénes quieres convertir en extranjeros.’
PD. Estos 4 post sobre el patriotismo democrático, forman parte del epílogo del libro 'Catalunya: Camino a la secesión'. En breve continuará la segunda parte sobre el patriotismo democrático, referida a la derecha española.

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