los malos augurios
Parece ser que para el 2014 no hay CATASTROFES programadas del tipo “se acaba el mundo”, o eso creo. Por lo visto lo más significativo es que la crisis seguirá, posiblemente con una tendencia —muy lenta— hacia la recuperación, y en cuanto a impuestos y similares, lo que se augura, como no podría ser de otra manera, son algunas subidas que se complementarán con algún que otro recorte adicional y reducción de subvenciones. Seguramente también nos obsequiarán con unas cuantas prohibiciones nuevas para acabar de animar el año.
Pero bueno, todo eso ya se irá viendo, lo principal es empezar el año con optimismo y poner nuestro granito de arena para alejar del horizonte la crisis y los malos pensamientos.
Si sirve de algo, tendríamos que quitarnos de encima el sentimiento de culpa por ser humanos y colaborar con el calentamiento global y las grandes CATASTROFES que nos abocan hacia el cambio climático porque según el quinto informe del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC), las conclusiones respecto de los eventos meteorológicos extremos, tales como huracanes, tornados, inundaciones y sequías es que no parece que el factor humano sea tan importante como se venía anunciando hasta ahora. Después de todo, ya en época de dinosaurios hubo cambios climáticos y por aquel entonces ni siquiera había coches.
También reconoce el informe que a lo largo del próximo siglo no habrán catástrofes aniquiladoras como las que se han estado comentando en las dos últimas décadas. No está previsto que la corriente del Golfo desaparezca, ni se derretirá la Antártida. Sí que dicen que es posible que el Ártico se quede sin hielo en verano, pero se considera un fenómeno reversible en pocos años.
Aseguran que “no se han identificado tendencias robustas en el número de tormentas tropicales, huracanes y grandes huracanes durante los últimos 100 años en la cuenca del Atlántico Norte”.
De manera que quizás el 2014 no sea tan malo como algunos auguraban.
¡Feliz Año Nuevo!
Ramón Cerdá