Caudillo: El montaje de una guerra

 “Hubo una vez un hombre enviado 
por Dios para salvar a España…”

Basilio M. Patino es uno de los directores más interesantes y desconocidos del cine español, un director que se mueve por la delgada línea del argumental y el documental, transición que se vislumbra a través de la música, la cual en el caso de esta película, se convierte en motor narrativo y en términos generales, en la propia narrativa del filme. Un director, que en su etapa más productiva también fue la más perseguida o escondida, gracias a la dictadura de Franco, y es en este "documental" donde la figura del dictador, del caudillo, del "general de generales" se hace presente.

Aunque es un director con una escasa filmografía y hasta hace poco de difícil consecución, Suevia Films y La linterna Mágica, distribuidor y productor respectivamente, han puesto en la mira, a uno de esos directores que han configurado sus películas a través de sus propias limitaciones, del cuestionamiento mismo de lo real, de las posturas políticas, del filosofar desde la imagen, elemento que conoce bastante bien, este licenciado en Filosofía y Letras.  Con el documental, el director salamanquino encuentra, tal vez no un lenguaje, sino un forzamiento a generar un cine a partir de materiales olvidados, de NO-DO, filmaciones inéditas de la guerra, y muchos rollos "sin dueño", que el propio director junto a un reducido grupo de colaboradores, montaron y editaron de forma clandestina, esta "trilogía" de la censura, del Franquismo, de la dictadura.Caudillo, es una película que se destaca por que la narrativa está sujeta a la música (música popular española), música que ejerce junto a las diversas voces y tonalidades sonoras, una dinámica puesta en escena, donde materiales de diversa índole se ajustan a una biografía, crítica y documentación de uno de los periodos más sangrientos de España.Franco -Francisco Franco, se moldea a la misma narrativa del filme, que no distingue entre realidades, realidad y ficción, un personaje que en muchos casos, sonaba tan irreal, exagerado y engrandecido, como el montaje mismo de la película; la cual se nutre de las posibilidades discursivas de la imagen, generando una manipulación - en el mejor sentido de la palabra- del contexto no sólo diegético sino histórico del personaje ya citado.Un documental que se aleja del concepto histórico y aún del concepto mismo de "documentar", sino que es un audiovisual que se centra en la sátira, la memoria, el planteamiento de una figura y sus entornos.

Un estudio, una propuesta sobre la misma objetividad del audiovisual, un recopilatorio de imágenes, sonidos e ideas, que a final de cuentas es la concepción misma del cine. Una película que se interroga a sí misma sobre las posiciones ideológicas, sobre la guerra y finalmente se interroga sobre el papel del cine, en este caso, cine hecho como materiales "encontrados" y coordinados en el montaje para generar una "muestra", una narrativa, una película, donde la tragedia, el humor, la tristeza y en cierto modo una poética de la realidad se juntan, y hacen de éstas, una interpretación de una época, de un personaje, de una idea.  Zoom in: Esta película junto a Queridísimos Verdugos, tuvieron que ser realizados de forma clandestina y sólo pudieron ser estrenados tras la muerte de Franco.Montaje Paralelo: Chris Marker