Caudillo rajoy.

Como si se tratase de una contundente confirmación de que la legalidad a la que debe regresar Puigdemont es flexible, adaptable, cambiante, y orientable en función de los intereses del gobierno Rajoy, la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela ha mandado a prisión preventiva sin fianza a Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, al tiempo que el Ministro de Justicia indultaba a seis condenados por corrupción.

En el artículo del catedrático Joan Queralt “Rebelión es alzamiento” que adjuntaba a mi anterior nota, aparte afirmar de manera rotunda que cualquier parecido entre los hechos juzgados y la sedición no es ni coincidencia, dice además que “…ni la rebelión ni la sedición, como estableció en el 2008 la propia Audiencia Nacional, no son delitos de su competencia”, lo que significa que ni siquiera está entre sus funciones legales el juzgar el delito que falsamente les imputa, pero al neofranquismo, como al original, las leyes no les importan ni las respetan porque no las aplican sino que las usan.

A pesar que Pablo Casado tuiteó  que “España es un Estado de Derecho con separación de poderes e independencia judicial. La Justicia es igual para todos y quien la hace la paga” lo que ha dejado muy claro la juez Lamela es lo que denuncian todas las organizaciones internacionales, es decir, exactamente lo opuesto a lo que tuiteó Casado, porque aparte lo denunciado por el catedrático Queralt, varios comentaristas informaron que en la recepción del 12 de octubre y a nivel de chismorreo ya se describía con detalle cual iba a ser el fallo.

Incluso la Comisión de Defensa del Colegio de Abogados de Barcelona ha emitido un comunicado afirmando con rotundidad que el auto, por el que la magistrada Carmen Lamela, envió a prisión a Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, por un delito de sedición, “no se ajusta a derecho y vulnera derechos fundamentales”. 

Si finalmente Rajoy gana esta batalla, iniciada por él y empeorada por él, más que probablemente con la intención de llegar a la situación actual, la peor consecuencia será la definitiva vuelta al franquismo, es decir, mentiras, engaños y corrupción y millones de idiotas que creen sus falsedades y aceptan su corrupción.

Como colofón, y en un tema que por sí solo debería hacerle perder elección tras elección al PP: el asesinato que Rajoy cometió con las energías renovables, esta semana nos hemos enterado que España no solo es el único país de Europa en que las energías alternativas, básicamente eólica y solar, no crecen, sino que su importancia relativa dentro de la producción total de energía está disminuyendo y precisamente el tercer trimestre de 2017 ha marcado un nivel ínfimo e histórico. La U.E. tiene fijado un mínimo de producción en base a energías alternativas del 20% para el fin del año 2020, y en este momento España ocupa el último lugar, alcanzando a duras penas  el 14%. Pero tranquilos que si en esto tampoco cumplen, el desastre Merkel le solucionará el problema al desastre Rajoy.