Frecuentemente, para la gran mayoría de nuestros estudiantes hablar del pasado les resulta aburrido porque lo sienten como algo rígido, ya que no puede cambiarse lo que aconteció. Ya sucedieron, son “cosas muertas” que no guardan ninguna relación con sus vidas. Ante estas inquietudes de los estudiantes los docentes debemos reflexionar para que las nuevas generaciones encuentren un sentido en nuestro pasado que puedan relacionar con el presente.
Esta desmotivación cada vez más evidente se podría definir como un rasgo propio de cada persona y que, en numerosas ocasiones, resulta muy difícil de modificar, ya que con frecuencia se coloca al estudiante como el único responsable de su escaso interés de aprender. Además, esta apatía y desinterés en las clases, se observa en la falta de cumplimiento de las tareas específicas, los trabajos de investigación, y a esto se suman las inasistencias frecuentes y la reprobación de los exámenes.
Esta valoración la tomamos cuando observamos a docentes que solo responsabilizan a los estudiantes y no realizan una reflexión sobre rol docente y las decisiones tomadas.
Consideramos que este cuadro general de situación puede responder a una infinidad de causas. Desde nuestra experiencia, creemos que es posible analizar los principales inconvenientes que presentan los adolescentes respecto al desinterés en las clases de Historia a partir de una agrupación en dos sectores. Al hallarnos fuera de lo estrictamente académico, esto se traduce en el mundo interior, los cambios que experimenta, la búsqueda en definir su personalidad y todos los interrogantes que surgen en los adolescentes frente a una nueva realidad que se les presenta cotidianamente. También podemos sumar la relación con el entorno y las inquietudes diarias de cada estudiante.
Esto coloca la atención en las relaciones familiares, así como las que desarrolla con el grupo de pares, o incluso sus propios intereses personales, como la práctica de un deporte o una manifestación artística. A esto le podemos sumar, su primer amor e igualmente las nuevas tecnologías o un hobby.
Sobre esta base, cabe señalar que muchos estudiantes provienen de familias de escasos recursos económicos, incluso desintegradas o, en el peor de los casos, poseen progenitores que no se hacen cargo de sus roles, lo que puede afectar seriamente las relaciones interpersonales y especialmente, influir en el aspecto educativo, ya que al no establecer buenas relaciones con quienes integran el ámbito familiar, en ocasiones, se puede manifestar inconvenientes en el ámbito educativo, reflejándolo en un desinterés frente al hecho de aprender. En el otro sector esto se halla relacionado sobre todo con lo acontecido en las aulas. Para nosotros resulta de mayor interés que nos ocupemos en lo concerniente al rol del profesor de Historia, la toma de decisiones y las acciones que realiza en cada clase. Así, destacamos el papel que debe asumir como docente, encargado de ser mediador entre los estudiantes y el conocimiento. El profesor es el mayor responsable del aprendizaje de los estudiantes y, en consecuencia. utiliza todo su profesionalismo en el aprendizaje de los estudiantes para que puedan encontrar sentido en las clases de Historia. Bibliografía Álvarez Álvarez, Carmen. (2010). El diálogo en el aula para la educación de la ciudadanía. Recuperado el 10 de febrero del 2022. Caldarola, Gabriel. (2004) “El proceso de Percepción: Una herramienta para el trabajo áulico”. En Rev. Consudec N.º 982 miércoles de julio de 2004. Bs. As. García Hoz, Víctor (1987) Pedagogía visible y educación invisible: una mueva formación humana. Editorial Bolsillo Riap. https://revistascientificas.us.es/index.php/IE/article/view/7041. Coudannes Aguirre, M. (2010). La formación del profesor de historia en la universidad argentina. La creciente distancia entre investigación/docencia y teoría/práctica. Revista Antítesis, 3(6), 975-990. http://www.uel.br/revistas/uel/index.php/antiteses. Díaz, Esther (2013) “Metodología de las Ciencias Sociales” 4ta. edición. Editorial Biblios. Buenos Aires. Pág.13 Garavito, E. y González, M. (2017). Metodología docente: incidencia en la apatía de los estudiantes hacia las ciencias sociales.
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