Aunque parezca extraño el cazador de un faisán en vuelo puede abatir de un mismo tiro a esa ave y a un par de enormes ciervos, caza mayor en tierra, trofeos de la batida que dirige el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz.
El acto cinegético se produce porque el militante de la izquierda abertzale, Joseba Elosua, aficionado a comer faisanes, tenía un bar en Irún, Guipúzcoa, con el nombre de tan rico animal en el que recaudaba el chantaje etarra a empresarios y profesionales.
El 4 de mayo de 2006 el juez Fernando Grande-Marlaska, sustituto de Garzón mientras este estaba en EE.UU., ordenó hacer una redada en el bar de Elosua para detener a los cobradores de ETA y estrangular los ingresos de la banda.
Pero desde el interior del ministerio de Alfredo López Rubalcaba se avisó al Faisán de que iban a producirse las detenciones, lo que desbarató la operación antiterrorista.
Grande-Marlaska ordenó investigar ese delito que podía considerarse de colaboración con banda armada.
Por entonces, debe recordarse, José Luís Rodríguez Zapatero, trataba de alcanzar un acuerdo con ETA y pasar a la historia como el Gran Pacificador.
Cuando volvió Garzón se quedó con el caso. El trabajo de Grande-Marlaska se abandonó y se olvidó. Quizás porque podría hacer caer todo el Ministerio de Interior e incluso al propio presidente del Gobierno.
Pasaron dos años hasta que Garzón fue apartado de la Audiencia Nacional por presuntos delitos relacionados con sus actividades personales, lo que ha permitido que otro juez, Pablo Ruz, reabra el caso.
Ahora el PP va a por el faisán, pero quiere que el tiro de Ruz sirva también para la caza de los mayores trofeos, Rubalcaba y Zapatero.
Y no por cualquier cosa, sino por cooperación con el terrorismo.
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SALAS va así el caso:
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El pasado 13 de mayo el cronista le escribió una carta abierta a la jefe del gobierno alemán bajo el título de Mi Canciller Ántela Merkel. El cronista le pedía que se encargara de gobernar España, pero esta buena mujer, sin duda muy ocupada, no le contesto, aunque espera que le hubiera hecho pensar.
No hay nada que reprocharle, desde luego. Pero ya que estará aquí en las próximas horas, reproduzco aquel texto para insistir en que debe gobernarnos.
Más aún, como se va a ver con ZP., alias Z., esa entrevista podría ser la situación ideal para decirle que le toma el relevo.
Merkel podría exigirle además que se vuelva a León urgentemente, donde hay una rondalla que espera sus maracas y su bonita voz para salir de ronda esta noche.
Y enlazando con lo anterior, me encuentro este SALAS en El Correo Gallego de hoy. Aunque centrado en el emigrante gallego, vale para cualquier español: