Sorprende ver la buena aceptación que ha tenido esta secuela entre los fans de la película original, ya que estamos ante una producción que abusa descaradamente de la nostalgia, o mejor dicho de su idea, ya que durante una anodina hora y media se dedica simplemente a generar intriga y expectación con el único objetivo de alcanzar un escueto y lacrimoso homenaje final cuya mejor parte está en las dos secuencias post créditos. Todo lo demás es un refrito rural con aspecto low cost de la primera "Ghostbusters", reciclando nombres, fórmulas, tramas e incluso escenas, con guiños metidos con calzador, un intrascendente reparto adulto y un grupo de niños que protagoniza su particular aventura estilo Stranger Things "ectoplasmática". Nada que aporte algo novedoso o mejore la mitificada cinta del ochenta y cuatro.
Mi puntuación: 4/10