Domingo de sol de noviembre que pide calle pero antes de salir, el boli, la libreta y la cámara al bolso. No sin mis juguetes favoritos. Salgo sin rumbo consciente aunque mis pies saben guiarme a la parada más cercana de autobús, para subir a una línea desconocida para ir a no se dónde, quiero conocer otro nuevo rincón de Barcelona. Tomo la línea 32 y en veinte minutos ya estoy explorando Nou Barris. Una vez más, como niña con zapatos nuevos. Plazas con fuentes gigantescas, parques enormes vacíos de personas y llenos de olivos decorativos, barrios de casas de tan solo una planta.
“¿Qué es lo que estoy buscando?” me pregunto mientras me muevo entre árboles dorados y casas pequeñitas y unipersonales. La mirada se me va al suelo y encuentro la respuesta, que no es trascendental; entre los restos del otoño veo el pezón de una chica. Pezón negro sobre pecho blanco, y una mano que lo acaricia. “¿Qué coj…?” No solo los árboles pierden hojas, aunque tampoco es una revista pornográfica. Me acerco y me quedo observando mi descubrimiento, alguien ha desmenuzado un libro que debió haberse escrito hace mucho tiempo, a juzgar por el contenido y el amarillo de la hoja: Los cinco tipo de orgasmos de la mujer. Hay más hojas esparcidas por la acera pero una señora pasa con su perro, que se pone a descargar justo al lado de mi nuevo tesoro. “¡Mierda!”, quiero seguir haciendo fotos pero la señora ve mi cámara y también mira con curiosidad las hojas esparcidas. Me estropea la escena, me siento como si fuera un policía tomando muestras en el lugar del crimen.
Mierda, fue mierda, la señora recoge el regalo de su perro y a mí me deja las hojas intactas para seguir investigando. En centésimas de segundo mi cerebro tanteó varias posibilidades:
- Recoger aquellas 4 hojas y recomponerlas con la finalidad de leer una historia seguro que estrambótica.
- Dejarlo estar, que aquellas hojas se quedaran por ahí al amparo de unos niños que jugaban metros más arriba. Con seguridad, en cuanto yo me fuera aquello encontraría nuevo dueño.
Sucedió que no quise seguir fisgoneando y continué el camino. Casualmente (lo prometo), a los pocos días me encontré con esta charla TED.
Tras escuchar la charla de esta científica no pude resistirme, tenía que escribir sobre el orgasmo. ¿En un blog de viajes? Y dale, yo siempre con la misma cantinela…
Encontré la forma.
Orgasmos y contextos, once curiosidades:
- Es universal: el orgasmo es un reflejo del sistema nervioso autónomo, no tenemos un control consciente sobre el mismo, exactamente igual que la digestión, el ritmo cardíaco, la exitación sexual etc. Los estudiosos dieron con un caso en el que una mujer tenía un orgasmo cada vez que se cepillaba los dientes. ¡Oh, dios! ¿Magnífico? Pues… para ella no, que creía estar poseída por los demonios y se cambió a los enjuagues para seguir con su higiene bucal.
- Traducciones irónicas: en francés, también se conoce como “la petite mort” (la pequeña muerte)
- Sobre la duración: quien practica el tantra (utilizar el sexo con propósitos religiosos o espirituales) consigue retrasar el clímax a voluntad.
- Reminiscencias históricas: los antiguos egipcios creían que el dios Atum creó el mundo a través de la masturbación, y que el río Tigris se formó con su semen.
- Hay museos sobre el orgasmo: en Praga existe el museo de las máquinas del sexo, con más de 200 objetos (algunos de ellos con cientos de años de antigüedad).
- Sobre sus beneficios: este probablemente no te lo sabías. Una revista canadiense publicó un artículo bajo el título “Las relaciones sexuales como un tratamiento potencial para el hipo intratable”. Ya sabes, si te da hipo… ¿Susto u orgasmo?
- Los fluidos: Mary Roach cita en el vídeo que te recomiendo más arriba al autor matrimonial de los años 30 Theodoor Van de Velde. Podía diferenciar entre el semen de un hombre joven y otro maduro. El primero decía que tenía un aroma fresco vigorizante, el segundo olía (textualmente): “Extraordinariamente como el de las flores de la castaña española, en ocasiones fresco y floral, y en otras un tanto en extremo acre.”
- El dato: El Centro para el Sexo y la Cultura de San Francisco organiza anualmente una maratón sobre el onanismo. Los participantes se encuentran en el centro y se masturban en favor de la caridad. Lo que no sé es si es una actividad individual a practicar con el grupo, o si trabajan en equipo
- Los animales también tienen orgasmos: el Comité Nacional Danés de Producción Porcina encontró que si se estimula a la cerda mientras se le insemina artificialmente se ve un incremento del 6% en la tasa de cochinillos que parirá. Si tienes curiosidad, en el vídeo de más arriba, minuto 10:32
- La frecuencia del coito también está regulada por la religión: las autoridades hindúes recomiendan de 3 a 6 veces al mes; el corán, una a la semana; Martin Luther, el fundador del protestantismo, dos a la semana…
- La brutalidad: en algunos países de África y Oriente Medio se practica la ablación del clítoris. Esto es, se mutilan los genitales a las mujeres con el fin de eliminarles el placer sexual. Se considera una violación de los derechos humanos de las mujeres y las niñas.