I'm feeling blue pero solo musicalmente. No puedo sentirme triste en Cazorla porque, y es un pequeño secreto, son los veranos de mi niñez. Tambien la primavera, los inviernos y los otoños de mi vida en cuanto puedo escaparme pero eso son otras historias, la de hoy es sobre el BluesCazorla Festival que tampoco permite tristezas. Durante tres días vimos aún más vida, si cabe, en el pueblo y sobre toda en esa linea que discurre desde el Parque de Santo Cristo hasta la Plaza de Santa María.
Aderézalo con el tapeo que sorprende a extraños, pasa por el Sola y pídete un bocacho o un tocinillo, acércate a la fuente de la plaza del Huevo y toma una bomba o un flamenquín y si el calor aprieta, escapa y pégate un baño en algún pilón de la sierra y... lo siento, en cuanto hablo de Cazorla me voy por los cercanos cerros de Úbeda, pero que queréis que os diga yo solo feel blue cuando me voy.