Pese al azote de la COVID-19 y a otras calamidades naturales, 2021 mantiene sus celebraciones como «Año de la Independencia y de la Grandeza de México», en tanto se conmemoran el aniversario 211 de la independencia de la nación, el 15 de septiembre, y los 200 años de su consumación, el 21. Para más lustre, en medio de esas fechas se realizará en su capital, el 18, la 6ta. Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Por segundo año consecutivo, este martes 15, la recreación del Grito de Dolores, protagonizado por Miguel Hidalgo en 1810, considerará los protocolos exigidos por la situación sanitaria, pero el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que se crearían condiciones para que «la mayoría de los mexicanos pueda participar desde sus hogares».
En la imponente plaza de El Zócalo se mantiene la maqueta de la pirámide conmemorativa de los 200 años de la fundación de México-Tenochtitlán, con lo cual los actos por la Independencia complementarán los ya realizados en honor al nacimiento y caída del México-Tenochtitlán.
López Obrador afirmó que el Gobierno Federal continuará la promoción del Grito, considerado la festividad cívica más importante del país. «Hay que seguir dando el Grito de Independencia, porque México es un país libre, independiente, soberano, y eso es un orgullo», dijo.
También se realizará en la capital el tradicional desfile del 16 de septiembre, con las precauciones sanitarias de rigor. Algunos estados de la nación no desarrollarán festejos o los trasladarán a los escenarios virtuales.
Durante la madrugada del 16 de septiembre de 1810, en el poblado de Dolores, Guanajuato, Miguel Hidalgo lanzó el Grito de Independencia contra el Gobierno colonial. El Padre de la Patria mexicana tocó la campana de la iglesia convocando al pueblo a levantarse en armas.
Una vez concluida la guerra de Independencia, la campana fue conservada como uno de los símbolos del comienzo del movimiento y el 15 de septiembre de 1896 fue incorporada a la celebración de la Independencia. Actualmente, la campana de Dolores puede admirarse, restaurada, en un nicho ubicado encima del balcón central del Palacio Nacional.
Durante las fiestas, el Presidente de la República la hace repicar en homenaje al gran llamado libertario. La celebración de la fecha no se ha interrumpido, ni siquiera cuando el país estuvo en guerra contra Estados Unidos. Ahora no será la excepción.
La agenda anunciada de López Obrador contempla entonces el Grito de Independencia, este martes 15; el desfile militar, el 16; la recepción el 17 de presidentes y jefes de Estado para la Cumbre de la Celac, evento que se realizará el 18. Un día después, México izará a media asta su bandera nacional para recordar a las víctimas mortales de los temblores de 1985.
La Celac planta ahora casa mexicana. Desde la Cumbre Fundacional, celebrada en Caracas, Venezuela, el 3 de diciembre de 2011, cada año los Jefes de Estado y de Gobierno de la región se reúnen en el país que detenta la Presidencia Pro Témpore y discuten los temas acordados en las reuniones de los coordinadores nacionales.
En esta sexta edición se discutirá un tema trascendental para Latinoamérica: el futuro —¿remodelación o remplazo total?— de la desprestigiada Organización de Estados Americanos (OEA).
Marcelo Ebrard, el canciller mexicano, ha señalado que los mandatarios prepararán una propuesta para Estados Unidos y Canadá, a fin de sustituir a la injerencista OEA por un organismo regional solidario.
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