Revista Cine
No hay peor suerte en esta vida que aprobar las oposiciones para funcionario de prisiones, y en el día antes de incorporarte, para conocer el funcionamiento de la cárcel, se produzca un motín interno con Malamadre a la cabeza(Luis Tosar)
Esto le sucede a Juan, un joven de treinta años que se ve atrapado en el interior de la cárcel, y no le queda más remedio que hacerse pasar por un preso nuevo, que mató al camello que proporcionaba sustancias a su hermano fallecido.
Daniel Monzón dirige esta película partiendo de la novela homónima que será reeditada seguro próximamente, la interpretación de Luis Tosar es magistral. Premiado ya con el Goya por "Los lunes al sol" y por "Te doy mis ojos", seguramente en la edición de este año se lleve el galardón de nuevo. Malamadre es el preso líder, el gallo del corral de esta cárcel de Zamora, con sus fieles siempre cerca, tiene gotas de humor y se preocupa por Elena, la mujer de Juan cuando estalla la revuelta. Aparte, no tiene muchas luces, y ante la buena letra de Juan y esa forma de hablar, no duda en ser su amigo dentro de esa trena infame.
La sensación agobiante del pobre funcionario que nadie sospecha que lo es, y creedme que esto es muy difícil pues cuando las celdas se abren, Malamadre pide gambas para todos, es difícil no perder los nervios.
Manuel Morón interpreta al negociador enviado por el Gobierno, Antonio Resines se mete en la piel de un desgraciado funcionario al que todos odian.
Juan es Alberto Ammann, y defiende su personaje con una serenidad dentro de una locura auténtica, pues los acontecimientos se vuelven en su contra, y aprende de primera mano cómo es la vida de un recluso difícil en esta cárcel de Zamora. Ironías del destino, porque a Juan le ha costado mucho esfuerzo sacarse las oposiciones para funcionario de prisiones y ahora, le toca vivir-¿vivir?-con las leyes, vocabulario y con mucha mano izquierda, para no cabrear a Malamadre.
Juan y el infierno. Y Malamadre, carismático pero iluso, de mala leche, pero sin llegar a las manos. De esos personajes que se quedan en la retina cinematográfica. Un personaje pensado para Luis Tosar desde las primera palabra que pronuncia este cafre.
Roque Baños se encarga de la banda sonora. Intensa en los momentos más violentos, intensificando el drama de Juan, toda la vida puesta del revés al servicio de la escoria de la sociedad.
Una película intensa la de Daniel Monzón, que ya está siendo proclamada la mejor película española del año.