Lógicamente se ha celebrado bien. La operación ha sido un éxito. Pero nos hace quedar a las personas de a pie como algo minúsculo. Las enormes distancias, la edad de la roca, la enormidad del espacio. Vamos, que particularmente no somos nada, que lo nuestro, nuestra presencia aquí es cero, pura casualidad.
Y al mismo tiempo este fin de semana he estado en una fiesta en la que se celebraba el 40-1 cumpleaños de una persona cercana. Allí hubo alegría, emoción, sentimientos a flor de piel, risas, regalos, y todo lo que se puede dar en una buena celebración. Salí de esa fiesta y me acordé del asterisco. ¡Qué feliz he sido con algo tan pequeño como la celebración y qué bien me sentí llegando hasta Cari.Así que he decidido celebrarlo todo. Con más o menos intensidad pero todo. Desde mi pequeñez quiero hacer partícipe a los demás de mis alegrías y sobre todo, quiero ser partícipe de las de los demás. Con mayor o menor intensidad pero todo tendrá su reconocimiento. Sí, ya sé, que es una locura pero pensar en lo pequeños que somos frente a la enormidad de lo que nos rodea me hace sentir que debo dar las gracias permanentes al universo por compartir y disfrutar de estos instantes tan mínimos.