Cellulishock es uno de los últimos tratamientos profesionales para la lucha contra la celulitis.
Estamos en marzo. Oficialmente comienza la operación bikini. Quien más quien menos ya anda pensando en una dieta, buscando información sobre los últimos lanzamientos cosméticos, intentando ir con más frecuencia al gimnasio o invertir en un tratamiento profesional contra la celulitis -un problema que afecta a nueve de cada diez mujeres- y así comenzar en paz o al menos en toda la paz que sea posible la temporada de playa/piscina o apuntarse a tendencias como el cropped top, que vuelve insistente después de asomar la cabeza el año pasado.

Cellulishock es un tratamiento de la casa Mesoestetic que se hace en cabina y que, combinado con la aparatología adecuada -cavitación y radiofrecuencia-, promete reducir celulitis y piel de naranja hasta en un 70 por ciento. Si vivís en Madrid, podéis encontrarlo en A Punto Estética Avanzada, un centro en el barrio de Chamberí.


La falta de ejercicio, una mala alimentación o la predisposición genética hace que los adipocitos, las células grasas de la hipodermis, aumenten su tamaño dando lugar a la celulitis. Cellulishock actúa en tres frentes -microcirculación, tejido adiposo y tejido conectivo- para romper el proceso de formación de la celulitis y prevenir su reaparición.

Pilar Pantoja, directora de A Punto Estética Avanzada, explica que el tratamiento Cellulishock está indicado especialmente “para mujeres a partir de 40 años que tienen una celulitis flácida especialmente en la cara interior de los muslos y los brazos. Los resultados son visibles a partir de la tercera semana y tras diez sesiones se aprecia una reducción de la celulitis del 70%”.

Lo que diferencia a Cellulishock es que se trata de un tratamiento personalizado, porque la celulitis va evolucionando con las sesiones y no siempre lo hace de la misma manera en una persona o en otra. De este modo, según las necesidades de la cliente, en el mismo momento de la sesión se elabora una solución en la que se combina, según las necesidades, la acción lipolítica y reductora, la drenante y reafirmante. Esa solución, de aspecto y tacto aceitoso, con la que luego se recibe un masaje enérgico en las zonas afectadas, va cambiando con las sesiones. Lo habitual, según Pilar Pantoja, es que al principio se necesite más acción lipolítica y al final más acción reafirmante. La solución además tiene acción hidratante y antioxidante, porque ejerce un efecto protector sobre las fibras de colágeno y elastina que conforman la dermis.
El precio -aunque mejor preguntáis en el centro si estáis interesadas- es de 820 euros para 20 sesiones (41 euros por sesión aprox) y el pago se puede aplazar.
