Revista Sexo

Celos y libertad

Por Sexologo
En una relación de pareja, los celos suelen ser un compañero frecuente que causa desde pequeños a grandes problemas. Un tercero que molesta algunas veces y provoca furia en otras. Sin embargo, también es cierto que podríamos aprender de ellos; podríamos recibir la información que nos traen para mejorar nuestra relación. No es fácil; el mensaje es muy distinto en cada caso y único para cada pareja.
En toda pareja hay huecos, es normal; la relación no puede llenar todas las necesidades de ambos. Siempre habrá algo que el otro necesite buscar fuera y eso no tiene por qué ser anormal ni preocupante. Somos limitados, no podemos serlo todo para el otro, y esto, muchas veces, despierta nuestras propias inseguridades. Aparece el temor de que encuentre a alguien más adecuado, más completo o más satisfactorio que nosotros. De ahí a la sospecha de que lo ha encontrado hay un solo paso, nada más que un gesto, apenas una palabra.
Y entonces, como si eso fuera la solución, comenzamos a necesitar, a pedir y a exigir que el otro no nos quite la mirada de encima, que nos demuestre "que lo somos todo en su vida". No es suficiente con ser lo más importante; ciego de celos, queremos, además, ser "lo único importante".
Y no es así. Nunca es así. Por lo menos en las relaciones adultas y sanas. "No puedo vivir sin ti", cuando no es una metáfora, es siempre la expresión de una grave patología vincular.
Si pretendemos que nada sea buscado fuera, algo anda mal, y si todo o casi todo se busca afuera, también algo anda mal.
Hay casos en los que, cuando la vanidad y el orgullo meten su baza, solamente nos quedamos con nuestro sentirnos mal, engañados o estafados, y la relación comienza a verse afectada. Empezamos a vigilar a nuestra pareja, sin darnos cuenta de que el mayor alimento de nuestros celos son nuestras carencias e inseguridades.
Toda relación auténticamente apoyada en el amor está impregnada de libertad. Por lo tanto, limitados como somos, debemos admitir con coraje que no es posible ni deseable guardar el amor en una caja fuerte. El amor, que es hijo de la libertad, nace con el riesgo de su pérdida.
(Jorge Bucay y Silvia Salinas, Seguir sin ti)
Celos y libertad

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