Los caracoles se han unido a ls creciente relación de animales cuyo propio metabolismo puede ser utilizado para generar electricidad. Siguiendo con implantes en langostas y ratas y, finalmente la sangre humana. El diseño de dispositivos que son mucho más eficientes energéticamente, o sólo necesita ocasionales estallidos de energía, aumentará la gama de aplicaciones. Esta tecnología tiene claras implicaciones transhumanas.
En cada uno de los moluscos, Katz y su equipo de la Universidad de Clarksonen Potsdam, Nueva York, han implantado células pequeñas de biocombustible que extraen la energía eléctrica a partir de la glucosa y el oxígeno en la sangre. Masticando principalmente las zanahorias, los caracoles cyborg viven alrededor de medio año y generan electricidad cuando sus electrodos implantados están conectados a un circuito externo.
Los caracoles de Katz, por ejemplo, produce hasta 7,45 microvatios, pero después de 45 minutos, la potencia había disminuido en un 80%. Para obtener energía continua, el equipo de Katz redujo la energía que se extrae a 0,16microvatios.
Scherson dice que piensa que va a ser capaz de obtener unos pocos cientos de microvatios de las cucarachas (la alimentación de las celdas de biocombustibles en la trehalosa, un azúcar diferente de la glucosa). Singhal reporta resultados similares para los escarabajos. Scherson, que está trabajando con una gran empresa para construir circuitos microelectrónicos para sus cucarachas, señala que la potencia no necesita ser generada de forma continua, puede ser almacenada en condensadores y liberada en pulsos, ya ha sido capaz de producir y detectar una radioseñal de cucarachas esta manera.