Revista Salud y Bienestar
Un trabajo que se publica hoy en Nature Medicine, coordinado por el Departamento de Microbiología e Inmunología de la Universidad de Michigan, demuestra que las células progenitoras hematopoyéticas sirven de reservorio al VIH. El virus persiste en estas células hasta que determinados factores de diferenciación celular las despiertan de su estado de latencia. Los científicos han empleado citometría de flujo y una sofisticada metodología de cultivo para poder concluir que cierta proporción de esas células permanece infectada tras la exposición al virus tanto in vivo como in vitro. Para ello estudiaron células CD34+ extraídas de médula ósea de pacientes infectados y otras que se expusieron in vitro al virus. La identificación del reservorio tiene importantes implicaciones médicas, como destacan los autores del trabajo, en el desarrollo de nuevas estrategias que interfieren con la infección persistente .No obstante, los científicos concluyen que aún hacen falta más trabajos que aclaren cuál es el proceso por el que parte del virus circulante en los pacientes tratados con la TAR termina en un grupo de células hematopoyéticas.