Revista Opinión

Células madre adultas

Publicado el 19 mayo 2013 por Alchavida
Un importante problema en relación con la utilización de células madre embrionarias en la medicina regenerativa, es que por su gran indiferenciación pueden provocar tumores en el receptor del trasplante. Esto parece no ocurrir cuando se utilizan células adultas. En este sentido, en un reciente estudio que se comenta en JAMA (309; 1458-1459, 2013), los autores comprueban que utilizando células mesenquimales (un tipo de células madre adultas) en el tratamiento del infarto de miocardio, ningún paciente desarrollo ningún tipo de neoplasia.
No parece haberse tenido en cuenta este hecho a la hora de valorar la reciente clonación en humanos. Recordemos el experimento: básicamente, consiste en utilizar la técnica de la clonación utilizada en la oveja Dolly con un blastocito de embrión (un embrión con cinco o seis días de desarrollo desde su fecundación). Una vez conseguida la clonación, se extraen del embrión células madre que permitirían realizar un trasplante a un enfermo con tejido sano de su propio ADN, logrando reducir al mínimo el riesgo de rechace. Incluso servirían para luchar contra enfermedades como Alzheimer o el Parkinson. El ‘material sobrante’ del embrión se desecha. El experimento no hay llegado al punto de clonación de un ser humano completo. Pero el debate sobre lo que es y lo que no es un ser humano, y sobre todo desde que edad es un óvulo fecundado un ser humano, sigue dividiendo a la comunidad científica.
Según indica Luis Pastor, vicepresidente de la Asociación Española de Bioética y Ética Médica, estas técnicas de clonación terapéutica suponen "una instrumentalización de un ser humano por terceros, que iría en contra de la inviolabilidad de todo hombre y de su consideración como fin y nunca como medio. “Clonar es una acción reproductiva independientemente del fin subjetivo que se le dé al producto de tal reproducción, sea destruirlo al poco tiempo, o dejarlo crecer y nacer” afirma. “Es más, la intención de crearlos para destruirlos agrava más la situación de la eufemísticamente denominada clonación terapéutica, al convertirla en una nueva forma mortal de esclavitud por la que unos seres humanos son creados para provecho de otros; un abuso de los más fuertes sobre los débiles, una disposición de unos por otros, contraria a la igualdad de todos los seres humanos”.
Estoy totalmente de acuerdo con esta valoración del Dr. Pastor, y por mucho que algunos lo presente de otra forma, eso no es progreso humano, ni científico ni ético.
CÉLULAS MADRE ADULTAS


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