Células madre de cordón umbilical
Este próximo sábado de nuevo nos van a conmover las imágenes del niño Andrés Mariscal, curado con la sangre del cordón umbilical de su hermano, Javier, quien fue seleccionado genéticamente para servir de medicamento a Andrés. No sé cuál será el tratamiento que le de TVE al tema. Por el trailer, me echo a temblar... Ya saben, "la Iglesia siempre se opone al desarrollo científico". Bueno, habrá que esperar a ver qué tal. Este sábado 15 de enero del 2011, a las 23:30 en TVE 2, en el programa LA NOCHE TEMÁTICA. Me da confianza el hecho de que en el programa participa la prestigiosa doctora Natalia López Moratalla, catedrática de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Navarra, especialista en Bioética y presidente de AEBI.
Por cierto, el tercer documental de este programa trata sobre la utilidad de la sangre de cordón umbilical. En el trailer que he podido ver, un médico francés repite el aburrido y trasnochado cliché de que el depósito privado de la sangre del cordón umbilical es inútil, porque el defecto genético que se pretende curar está también presente en las células de la sangre del cordón. Me gustaría que me dejaran preguntarle por qué razón entonces la mayoría de los trasplantes en enfermedades de índole hematológico se realizan con células madre del propio paciente, extraídas de su médula ósea. Supongo que tendrán también el mismo defecto genético, ¿no? Y sin embargo resultan útiles para tratar su enfermedad. Pues si se usa médula ósea del propio enfermo para trasplante, ¿por qué no se puede usar su sangre del cordón umbilical? En realidad, la razón es muy simple: Porque no existe, en la mayoría de los casos, ya que no se conservó en el momento del nacimiento. Y por eso hay que recurrir a médula ósea. La propia Organización Nacional de Trasplantes lo dice en su informe de trasplantes del 2009 (el último publicado hasta ahora): De los 2.275 trasplantes de progenitores hematopyéticos (de células madre precursoras de la sangre) realizados en España durante 2009, 1.458 (64%) fueron autólogos y 817 (36%) fueron trasplantes alogénicos. Lo pueden ver aquí, en la página 2 del informe (ya sé que después de estas palabras tendré que soportar a los defensores a ultranza de la donación pública -y enemigos acérrrimos del depósito privado de la sangre del cordón umbilical- discutiendo la evidencia, pero que le vamos a hacer).