Las células T son una especie de células inmunes, cuyo principal propósito es identificar y matar a patógenos invasores o células infectadas. A través de las proteínas en su superficie, que a su vez pueden adherirse a proteínas en la superficie de estos impostores.
Asimismo, cada célula T es altamente específica. Hay billones de variaciones posibles de estas proteínas de superficie, y cada una puede reconocer un objetivo diferente. Aunque las células T pueden mantenerse en la sangre durante años después de una infección, también contribuyen a la "memoria de largo plazo" del sistema inmune y le permiten organizar una respuesta más rápida y más efectiva cuando este queda expuesto a un viejo enemigo.
Inmunidad al coronavirus
Varios estudios han arrojado que la gente contagiada con el virus covid-19 tiende a tener células T que pueden atacar el virus, sin importar si la persona ha experimentado síntomas.
También los científicos recientemente descubrieron que algunas personas pueden resultar negativas de anticuerpos contra el covid-19 y positivas de células T capaces de identificar el virus.
Esto ha generado ciertos niveles de inmunidad contra la enfermedad podrían ser dos veces más comunes de lo que previamente se pensó.
Fue sorpresa para los investigadores cuando analizaron muestras de sangre tomadas años antes de que comenzara la pandemia, encontraron células T específicamente diseñadas para detectar proteínas en la superficie de covid-19.
Esto indica que algunas personas ya tenían un grado de resistencia preexistente contra el virus antes de que infectara a un humano y parece ser sorprendentemente frecuente: 40-60% de los individuos no expuestos tenían estas células.
¿Qué es la inmunidad cruzada y por qué puede ser clave en la lucha contra el covid-19?
Los estudios siguen dando excelentes resultados y señala que las células T podrían ser una fuente secreta de inmunidad para lacovid-19.
En este sentido, las viejas exposiciones a los virus del resfriado realmente están conduciendo a casos leves de covid-19, esto podría ser una excelente noticia para el desarrollo de una vacuna ya que es prueba de que las células T que sobreviven ofrecen protección significativa, incluso años después de que se formaron.
Aunque algunas pueden provocar la producción de anticuerpos, que son proteínas que circulan libremente y que pueden adherirse a los patógenos invasores, ya sea neutralizándolos o marcándolos para que otra parte del sistema inmune se haga cargo de ellos.
Otras tienen el objetivo de involucrar a las células T, o quizás provocar una respuesta de otras partes del sistema inmune. Los científicos están particularmente intrigados por el hecho de que el virus evidentemente es altamente visible para el sistema inmune, incluso en aquellas personas severamente afectadas.