Censura en EITB

Una de cal y otra de arena. El Gobierno del lekendakari Patxi López ha impuesto la estrategia del palo y la zanahoria en su relación con Sortu. Tan pronto reconoce el valor del rechazo de la izquierda abertzale a la violencia de ETA como aprueba en el Parlamento vasco la exclusión de sus representantes de todos los programas de EITB. Bien mirado, tiene su lógica. No hay sitio para nadie que no sea del PSOE o el Partido Popular.  Sus dirigentes acaparan todos los informativos y así se explica el desafecto de la audiencia, que les da la espalda por puro aburrimiento.  El Ejecutivo López tiene ante si una oportunidad única para animar e impulsar en Euskadi un proceso de paz definitivo, normalización política y reconciliación social,  pero lejos de avanzar en esta dirección prefiere someterse a los dictados del Partido Popular, imponiendo la censura y la exclusión en EITB como respuesta a los nuevos esatatutos de Sortu. Mal camino.  La democracia no es un coto cerrado en el que sólo tienen cabida quienes en cada momento decida el Gobierno PPSOE.  Ellos no son quienes para dar credenciales a nadie y si quieren recuperar una parte de la audiencia perdida tendrán que empezar por reconocer que Euskadi es una sociedad plural, les guste más o menos.