Revista Libros

Centésima vigésima cuarta tarde

Por Malaventura

20:05

Después de la espera se abrirán de par en par las puertas, y solos, y desamparados saldremos del silencio: lágrimas de ojos ciegos, gemidos de bocas secas. 

20:07

El uno le grita al otro, el otro le grita al uno, ¡la tierra está muerta!, todos hemos contribuido a ello.

¡Miradla! ¡Tocadla! ¡Oledla! 

20:09

¡El ser humano, hijo de su gloria, es lo que importa!

CENTÉSIMA VIGÉSIMA CUARTA TARDE

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