Un monumento contemporáneo, un paisaje para el acontecimiento público, hacer de un edificio un paisaje, con motivo de la conmemoración del Bicentenario de la República Argentina.
Se articula así este espacio urbano con tres elementos básicos: Edificio escalinata (Pabellón), Faro (ícono de perspectiva lejana) y Rambla (con sus bifurcaciones y red de senderos). La idea es reconstruir la memoria topográfica de las barrancas cordobesas y su paisaje austero. El único hito referencial es el faro de 102m de altura.
Más que construir un edificio se trató de construir un paisaje. Un paisaje que propiciara el acontecimiento de la reunión pública, diversa y colectiva. Un paisaje del encuentro por sobre la idea autorreferencial del edificio-monumento.
Por su particular emplazamiento en el Parque Sarmiento se trata de una intervención conectiva, de reconstitución de un todo más armónico y atemporal que supere las modas y las arquitecturas de períodos.
La experiencia del paisaje no necesariamente ofrece puntos jerárquicos, se construye en tiempo real con el derrotero de los caminantes y ofrece múltiples posibilidades de organización de trayectos y de contactos. Expresa la geometría de lo múltiple, del flujo social en el espacio público.
No se quiere competir con ninguno de los dos edificios colindantes y sí provocar un sistema de espacios urbanos conectivos que sirven de antesala peatonal del Parque Sarmiento, emergiendo como único ícono del conjunto el Faro del Bicentenario.
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