Confiar la salud de nuestros seres queridos en manos de un centro de día es una gran oportunidad, esta metodología tiene muchas ventajas, aquí conoceremos algunas.
Un poco de historia
En todas las sociedades, desde las más antiguas hasta las modernas, siempre se ha tenido en alta estima el papel de los ancianos. Tanto por el respeto hacia los que nos precedieron, como por la sabiduría adquirida a lo largo de los años. A pesar de esto, especialmente en la era moderna, tan diferente a la del pasado menos globalizado, la gestión de las personas mayores suele ser problemática. Por eso es fundamental encontrar soluciones eficaces, como las que ofrecen los centros de día para personas mayores.
Hablar de asistencia a la tercera edad y centros de día, residencias de ancianos u otro tipo de estructuras, genera una serie de inconvenientes, tanto personales como familiares. Recurrir a un centro de dia no significa abandonar a los seres queridos, sino garantizarles una asistencia calificada y positiva para su bienestar (físico, psicológico y social). De hecho, con demasiada frecuencia las personas mayores corren el riesgo de un fuerte aislamiento social, que este tipo de realidad permite suplir.
La gran diferencia de la era moderna respecto a las anteriores viene dada sobre todo por la esperanza de vida, es decir, ese indicador que estima el número de años que vive todo ser humano en promedio, que durante las últimas décadas, esta tasa se ha incrementado cada vez más significativamente. De hecho, los tratamientos y terapias más recientes permiten que las personas vivan mejor y más tiempo. Esto ha creado inevitablemente novedades desde el punto de vista social y político.
Al dejar de trabajar, las personas tienen que encontrar qué hacer con su tiempo, arriesgarse a caer en depresión, aparecer como una carga para las familias que las cuidan o vivir casos de aislamiento social.
Luego está también el problema de los ancianos que ya no son autosuficientes para tenerlo en cuenta. Autosuficiencia que puede ser tanto física como mental. Las familias de hoy tienen ambos cónyuges a menudo comprometidos profesionalmente, por lo que no pueden cuidar de sus padres u otros parientes. Por este motivo, el centro de día puede ser una solución eficaz a su condición para una persona mayor.
Ser anciano no es una enfermedad y esto debe quedar claro para todos, incluidos los miembros de la familia. Es evidente que en esta fase de la vida aumentan los problemas, tanto físicos como mentales, pero esto no reduce la importancia de permitir que los ancianos vivan dignamente su vida.
Actividades en un centro de día
Para entender qué actividades se llevan a cabo en un centro de día personas mayores, es conveniente analizar las estructuras y cómo se divide la atención en estos centro de día destinados a la atención de personas mayores que no son autosuficientes o con demencia y centros de socialización.
¿Cuáles son las actividades que se realizan en un centro de día para personas mayores?
Como su nombre indica claramente, el centro de día para personas mayores presta sus servicios solo durante el día y por lo tanto no incluye pernoctaciones.
Los días y horarios de apertura pueden variar de una estructura a otra y en base a estos se garantizan las comidas, los servicios de salud y la realización de algunas actividades sociales y recreativas. De hecho, cada centro de día se encarga de garantizar la asistencia básica de enfermería junto con la realización de actividades recreativas fundamentales. Estos pueden ser de varios tipos: culturales, de compromiso social e interés. Mucho depende del tamaño del centro de día, el número y las calificaciones del personal, pero también del propósito para el que se establecieron estos centros.
Cada centro se convierte así en una especie de guardería diurna para personas mayores en la que los huéspedes son tratados y atendidos de forma profesional.
El objetivo principal de las actividades que se realizan en los centros de día es cuidar la dignidad de vida de toda persona mayor. Es seguido, cuidado, asistido y acompañado en una etapa muy delicada de su vida. El centro de día no es un depósito para personas mayores, sino una realidad viva donde las personas mayores están a salvo, desde todos los puntos de vista.
Los servicios que ofrecen los centros de día son básicamente de tres tipos: sanitarios , preventivos, sociales.
Entre los servicios de salud se encuentran los relacionados con la enfermería, los servicios médicos de medicina general y rehabilitación. Paralelamente, precisamente porque el centro de día no es un depósito, también hay asistencia preventiva. El centro de día, de hecho, no solo debe tratar, sino también prevenir que la condición (física y psicológica) de las personas mayores empeore. Para ello, se planifican diversos programas de prevención. Estos se apoyan en una serie de estrategias y protocolos encaminados a mejorar la calidad de vida de las personas mayores.
Finalmente, pero tan importante como los anteriores, los servicios de asistencia social. Desde este punto de vista, se ayuda e invita a las personas mayores a realizar actividades motoras , pero también a participar en actividades de socialización y se les proporciona un apoyo psicológico personalizado. Actos culturales, manifestaciones, fiestas y citas en las que las personas mayores del centro entran en contacto y desarrollan relaciones humanas de gran valor.
Un aspecto que a menudo se pasa por alto pero igualmente fundamental y que siempre se enmarca dentro de los servicios de asistencia social, es el que concierne a las acciones formativas destinadas a familiares de personas mayores. Precisamente porque estos centros solo realizan actividades diurnas, es fundamental que los familiares sepan ayudar a sus mayores en las horas que pasan fuera del centro. Pero es igualmente necesario que no frustren el trabajo realizado dentro de la estructura. Estas actividades educativas son tanto de salud como de naturaleza humana, con el fin de mantener siempre un alto nivel de atención para cada persona mayor.
El costo del centro de día puede variar según varios factores como:
- ubicación
- días y horas de servicio
- comidas servidas
- actividades realizadas
- servicios ofrecidos
- calificación del personal
Un primer aspecto a considerar es el de la ubicación. Los centros de día en el centro de la ciudad pueden costar más, pero pueden ser más fáciles y más cercanos de alcanzar. Los familiares deben tener en cuenta todos los aspectos para entender cuál es la mejor solución, no solo desde el punto de vista económico.
El precio también varía según el tiempo que pase dentro de la estructura. Hay personas mayores que pasan solo unas horas allí y otras que permanecen allí desde la mañana hasta la tarde. Algunos centros de día están abiertos los 7 días de la semana, mientras que otros sólo funcionan de lunes a viernes.
Finalmente, la calificación del personal. También en este caso existen niveles mínimos requeridos por ley, pero muchas estructuras pueden elevar los estándares de calificación de su personal. Incluso la excelencia y la presencia de profesionales dedicados tiene un costo que, junto con otros aspectos, define el costo final de la tarifa del centro de día.
El consejo es evaluar varias estructuras y analizar cuidadosamente todos los aspectos; de hecho, un costo menor no siempre representa un ahorro real. El aspecto económico es ciertamente necesario, pero es igualmente importante no monetizarlo todo, especialmente cuando se trata de la vida y tiempo de una persona mayor.
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