A la mañana siguiente también salimos a pasear (por la tarde ya nos marchábamos), y habríamos llegado hasta un lugar que deseábamos visitar, atravesando un parque kilométrico, cuando nos acechó una llovizna y no nos atrevimos a seguir, ya que luego debíamos regresar hasta el hotel, y César sí llevaba su burbuja pero nosotros no... Aún así, fue suficiente para apreciar estas joyas y darnos cuenta de que
Stuttgart tiene muchas zonas verdes (de nuevo os pongo el mapa de los lugares visitados pero en esta ocasión en vista satélite para que lo apreciéis).
Las chinchetas de abajo son principalmente lo que visitamos de noche. Arriba a la izquierda, la zona del hotel, y arriba a la derecha, el gran parque.
El edificio de Reader's Digest.
Kilómetros así.
Nuevamente el edificio del Reader's Digest.
Como veis, mucha arquitectura moderna también, pero de la bonita.