Por Cebrina desde Chile
Una de las pocas cosas que me gusta de esta época son las luces que adornan nuestros árboles o casas. Mi predilecta, que veo a través de vídeo o fotos enviadas por mi familia, es del Centro Rockefeller. Transforma el mundo como una gran bola de nieve, me lleva a un cuento de hadas.
Con un abeto de 20 metros y con más de medio siglo de vida, vemos cómo se transforma de magia con 300 luces LED, ocho kilómetros de cable eléctrico y la estrella de cristal Swarovski que corona el árbolEn honor a la verdad, cuando veo los videos de Acción de Gracias de mi familia en que me desean lo mejor y que esperan tenerme pronto cerca de sus hogares, ver sus rostros ilumniados y al calor de la multitud es cuando la esperanza regresa al cuerpo y me olvido por un momento de la locura de las compras, con el estrés que causa a los chilenos, sobretodo comprar a última hora. Ver las luces prenderse... me siento en comunión familiar.La ceremonia de Inaguración en el Rockefeller Center se realizó en pasado 28 noviembre con las maximas autoridades de la ciudad de Nueva York y transmitida por televisión nacional y al resto del país.