Por San Blas… las cigüeñas verás… (¡Y escucharás!)
Hace unas semanas os hablábamos de Navacerrada, un pueblo ubicado en la provincia de Madrid, concretamente en la Sierra de Guadarrama (compartida por segovianos y madrileños), que es ideal para disfrutar de él en cualquier época del año.
Esta sierra, a la cual se puede acceder en menos de una hora desde el centro de la capital, nos resulta especialmente atractiva para escapar. Cansado quizá de vagabundear por centros comerciales, de hacer colas para ir a los cines, de querer alejarse de esas obligaciones que te imponen los fines de semana, es una opción si te gusta disfrutar del aire libre.
Justamente eso ocurrió hace unos fines de semana, decían que iba a llover. Eso es lo peor que le puede pasar a alguien que le gusta salir a dar vueltas por el mundo que le rodea. El frío y el calor se pueden combatir… pero la lluvia… ¿Turismo con paraguas? ¿Y las fotos?.. Así que pensamos, si nos vamos a la sierra, no nos lloverá… ¡Nos nevará! Eso era mucho más atractivo…
La mayoría de los municipios de esta sierra, por el lado de Madrid, se alimentan de segundas residencias. La arquitectura sigue una uniformidad más o menos marcada, casas de piedra con tejados de pizarra, chalets, o edificios de no más de tres plantas.
Quizá uno de los mayores encantos de estos municipios radica en el entorno natural en el que se ubican y en su clima continental.
En cualquiera de los dos lugares (Cerceda o Cercedilla) encontraréis un núcleo urbano con pequeños comercios como los que cada vez escasean más en la capital. Bares y piedra, mucha piedra… Según te vas alejando las casas independientes están salpicadas por el campo, rodeadas de coníferas, con un aspecto entre romántico y serrano.
El ayuntamiento de Cerceda lo conforma El Boalo-Cerceda-Matalpino. Siendo el principal núcleo la villa de la que os estamos hablando. En Cerceda, cabe destacar su iglesia gótica del s.XVI, declarada Monumento Histórico Artístico que resulta sorprendente.
Y comenzábamos la entrada con el famoso refrán acerca de las cigüeñas y San Blas, onomástica que se celebra el 3 de febrero y que en Cerceda pudimos comprobar que, efectivamente, se encontraba en pleno auge. El sonido del repiqueteo de las aves resonaba como si fuera un eco insaciable.
Cualquiera de estos municipios se convierte en un destino ideal para una escapada de fin de semana. El entorno te ofrece la posibilidad de realizar diferentes deportes de aventura, paseo y disfrutar de una vegetación que te aleja de la gran ciudad. En la parte más alta de las colinas pinares y según desciendes, robles y otras especies arbóreas…
La llegada a Cercedilla para mi es un cúmulo de recuerdos. Todo nevado, luce con un encanto especial. En la plaza mayor se localiza el ayuntamiento, a su lado una escultura del 2006 homenajeando uno de los hijos del lugar, Francisco Fernández Ochoa.
La iglesia de San Esteban corona la villa. Desde la plazuela en la que se sitúa se observan los tejados, aquel día, cubiertos por un manto de nieve que parecía algodón.
Estábamos llenándonos la vista de esta imagen, cuando la nieve empezó a caer con ganas. Descendiendo por la calle, llegamos hasta la C/Mayor en busca de resguardo. Haciendo esquina descubrimos el Restaurante Yeyu, entramos con intención de tomarnos algo y acabamos comiendo allí. De reciente apertura, llama la atención el buen gusto con el que está decorado. Un lugar cálido, con una decoración multimezcla sin un estilo definido, integra una carta con guisos tradicionales y variados. Podemos deciros que nos resultó un lugar muy agradable, el servicio fue atento y la cocina estaba bien elaborada pero, bajo nuestro criterio, igual un poco elevado de precio.
En Cercedilla aun quedan restos de la antigua calzada romana que atravesaba la localidad. Se pueden ver algunos puentes, principalmente en la zona de las Dehesas acondicionada como area de recreo donde se disfruta de unas piscinas naturales, y el Ecoparque Amazonia, que ofrece alternativas para disfrutar del entorno natural de forma divertida. En verano, muchas veces, excesivamente masificado.
En cambio en invierno estos municipios, entre otros de la zona, te ofrecen la posibilidad de disfrutar de la naturaleza sin ningún tipo de aglomeración. Muchas veces los que somos llamados 'domingueros', nos tenemos que incluir aunque nos adaptaríamos más a 'sabaderos', acudimos a los 'clásicos' enclaves conocidos universalmente. Así es fácil encontrar los aparcamientos de lugares como el Puerto de Navacerrada con aforo completo antes de las 11 de la mañana.
Pero desde estos pueblecitos el Valle de Guadarrama se muestra generoso, sin contaminar visualmente la estampa con vehículos aparcados por doquier en cualquier rincón, sin peregrinación de personas por cada esquina. En estos lugares, con variados establecimientos de hostelería, con nieve virgen pisada por pocos, podrás encontrar el placer que todos buscamos cuando visitamos un lugar.
Cercedilla me sabe a infancia, y a los dos nos huele a diversión… Casi en cualquier lugar que pares por la zona encontraras la forma de disfrutar si te gusta la naturaleza. Las vacas pastan en calma, tanto en verano como invierno, algunos caballos con sus potros pueden sorprenderte cruzando la carretera, las ardillas atraviesan la sierra de rama en rama, curiosas, inquietas… Y todo eso ocurre a tu alrededor, con total normalidad, como transcurre la vida en estos lugares.
¿Tienes planes hoy?