Cercenando el futuro de la astronomía española

Se veía venir. Aún no es definitivo, pero la cosa no pinta nada bien. Me explico: España forma parte del Observatorio Europeo Austral (ESO, por sus siglas en inglés) desde el año 2006. Costó mucho entrar a formar parte de ESO, pero al final, tras mucho negociar, se consiguió. Una de las joyas de la corona, uno de los motivos por los que España y muchos otros países estaban interesados en esta institución, es porque lidera la iniciativa de telescopio más grande jamás construido. Se trata del E-ELT (el telescopio europeo extremadamente grande) una inmensa máquina que tendrá un espejo primario de 39 metros de diámetro (hasta ahora, el más grande del mundo de su tipo es el Gran Telescopio CANARIAS (GTC), un telescopio español instalado en el Observatorio del Roque de los Muchachos cuyo espejo primario alcanza los 10,4 metros de diámetro).Pero ahora parece que no hay ningún interés. No es que se lo hayan puesto difícil desde ESO a España, todo lo contrario: según esta noticia “(…) ESO ha ofrecido al Gobierno español todo tipo de facilidades, plazos y prórrogas para poder hacer frente al pago (…), con lo cual no entiendo dónde está el impedimento real desde un punto de vista económico. Deduzco entonces que les importa un pito. España puede quedarse fuera del mayor proyecto astronómico mundial.Jóvenes astrofísicos, físicos y futuros investigadores del ramo: esto es un ataque directo contra el esfuerzo de años que lleva desarrollando la comunidad de astrónomos de este país, desde que el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) creara sus observatorios, trabajando con tiempo ofrecido a cambio de que las instituciones extranjeras instalaran en tierras canarias sus telescopios. Una carrera que tiene como hitos la construcción del GTC y sus instrumentos, la incorporación a ESO (con todas sus instalaciones al alcance de los investigadores españoles), los desarrollos tecnológicos en Calar Alto, los equipos de investigación en el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), en el Centro de Astrobiología (CSIC-INTA), en el Instituto de Física de Cantabria (IFCA), en el Observatorio Astronómico Nacional (OAN), en el Centro de Estudios de Física del Cosmos de Aragón (CEFCA), en las decenas de departamentos de las universidades españolas que trabajan en astrofísica… una carrera que ha dado como resultado el aumento en la producción y la calidad de la astronomía española hasta límites que poco podíamos imaginar hace 30 ó 40 años.Están cercenando el futuro. Tal vez para algunos quede muy lejos. Tal vez crean que podremos subirnos a este tren más adelante. Pero es muy triste constatar que hemos hecho todo este esfuerzo para dar ahora esta lamentable imagen de pollinos… el mundo de la ciencia no se merece el trato tan indigno que le están dando desde que empezaran los recortes en el 2007.Si pudiera, me enfadaría (más). Pero ya no me quedan fuerzas.