La mascota aún nos debe mucho. Resulta cansino el empeño en intentar emular a aquel erizo azulado de Megadrive. Mal que les pese es hora de introducir ideas nuevas, pero en el corazón del título, no sólo en su piel. Fuera hombres lobo, adentro plataformas a toda pastilla. Editores de niveles, carreras multijugador, que se siga investigando con la jugabilidad. Si Mario lo logró con Mario 64, qué coño, Sonic también puede y debe. O morirse para siempre y ya está.