Los estudiosos en psicología de la creación nos cuentan que la creatividad científica es un proceso muy semejante al de la creatividad artística. Así como un literato busca sorprender a sus lectores con un cuento original, el científico busca una nueva hipótesis que explique los hechos. La creación de una obra de arte consiste en ver las cosas desde una perspectiva diferente, como el cubismo o el surrealismo. Ver las cosas desde una perspectiva distinta es lo que hizo Einstein cuando se cuestionó el espacio y el tiempo absolutos de Newton, así como la vieja idea de que la gravedad fuese una fuerza que actúa a distancia. El método científico y la lógica no sirven para obtener esa nueva idea. Sirven para verificarla y exponerla a otros. El eclipse de 1919 que comprobó la tesis de Einstein de que la luz que proviene de las estrellas se desvía cuando pasa cerca del Sol es el equivalente al asentimiento del público y los críticos cuando alaban una obra de arte. Lo que es seguro es que nadie ha producido hallazgos científicos mediante el método inductivo de Francis Bacon o el deductivo de la lógica clásica.
Esto nos lleva a pensar cómo crea el cerebro soluciones a problemas e incluso memes chistosos. Queremos crear algo y nos ponemos a trabajar en la solución. Van apareciendo opciones hasta que una nos parece la correcta, la sentimos correcta. No sé qué haríamos sin esos sentimientos que nos dicen que algo es verdadero, bello o justo ni de dónde provienen esas sensaciones. En sueños todo se desordena. Muchas veces encontramos bello o genial algo que despiertos vemos que es una tontería.
En vigilia mantenemos perfectamente ordenado el espacio y el tiempo actual. Podemos distinguir, entre la corriente de sensaciones e ideas que decía David Hume que somos, cuáles son reales, en el sentido de que pasaron verdaderamente, cuáles son fantasías, cuáles posibles en un futuro, etc. En sueños, pasado, presente y futuro, lo posible y lo imposible, se funden. No nos queda más remedio que pensar que el cerebro ordena bien nuestro espacio-tiempo, al igual que asocia bien las sensaciones visuales con las auditivas e identifica correctamente la posición de un cuerpo lejano en el espacio y el tiempo. ¿En cuál parte del sistema nervioso residirá ese mecanismo ordenador de nuestra vida y qué pasará si un día nuestro espíritu se separa de él? ¿Qué tipo de realidad desordenada o con un orden incomprensible captaremos?
Esto me lleva a pensar que tal vez el universo tenga un orden que no emana de la materia que lo constituye. Hay ocasiones en que los tiempos y espacios parecen confundirse. Personas que cuentan haber visto su imagen en un lugar y momento diferentes, como un electrón que puede estar en dos lugares a la vez. Quizá la explicación es que hay universos paralelos o que el único universo a veces se desordena como cualquiera de nuestros sueños.