Cero K, de Don Delillo

Cero K. Don Delillo. 2016
Cero K es una novela de literatura contemporánea, con algunos destellos de ciencia ficción, del autor norteamericano Don Delillo. Delillo es mi autor favorito del mainstream, quedé enamorado de su prosa desde White Noise, una delirante sátira del mundo moderno, y Cero K tiene muchos temas relevantes para un lector de ciencia ficción.    El protagonista de la obra es Jeffrey, como muchos protagonistas de Delillo, un hombre norteamericano de mediana edad en la búsqueda del sentido de la vida.     Un ¿buen? día recibe un mensaje de su padre, Ross Lockhart, quien lo abandonó cuando era pequeño para poder perseguir sus sueños. Ahora Ross es un millonario quien invita al protagonista a despedirse de Artis, su madrastra, quien sufre una enfermedad terminal.    Hasta aquí pareciera que la novela cumple todos los requisitos para elaborar un dramón al uso, pero conociendo a Delillo, no se queda en la mera anécdota.  Ross forma parte de una sociedad secreta llamada La Convergencia, este grupo de acaudalados saben que la sociedad como la conocemos se esta rompiendo en pedazos y buscan salvarse escondiéndose.    Lo que Ross le confiesa a Jeffrey es que Artis será puesta en criogenia y revivida en el futuro. Y que la Convergencia esta trabajando para buscar alternativas a nuestro modo de vida. Esta no es la primera vez que Delillo toca el tema del miedo a la muerte, pero si es la primera vez que lo hace desde el punto de vista de los tecnócratas.     El drama en la vida de Jeffrey comienza después, cuando Ross le confiesa que no puede vivir sin Artis, y que también esta dispuesto a congelarse aún sin estar enfermo.
   Además de la criogenia, la inmortalidad y el fin de la sociedad como la conocemos, la novela toca de pasada un tema que ha rondado mi cabeza por mucho tiempo, y es la creación de un lenguaje sin ambigüedades, algo a medio camino de las matemáticas y la lengua como la conocemos, pero sé que es un sueño guajiro, ya que el lenguaje en si es una forma de comunicación que utiliza metáforas todo el tiempo, es un producto de nuestra forma de pensar y al mismo tiempo nuestra forma de pensar esta modelada por nuestro lenguaje. Pero es un buen sueño.
   Realmente disfruté de la obra, aunque la recomiendo con condiciones a los posibles lectores, ya que el estilo de Delillo es muy disperso y no ofrece en realidad un trama solida que tanto necesitan algunas personas. Sé que Delillo tiene novelas más densas, pero siento que había esta pasando por un bache en su carrera desde Underworld, está es la primera novela en mucho tiempo, en la que siento que Delillo ataca un tema interesante.    A riesgo de ser tachado como un snob posmodernista, siento que la literatura no necesita una trama, tan sólo la exploración honesta de un tema. Eso es lo que ofrece esta novela. No pidan por cosas que no ofrece.