Denunció la "desobediencia organizada" que propugna un grupo de curas europeos para renovar la institución y el "analfabetismo religioso" de la sociedad.
Ante más de diez mil personas, 1.600 de ellas entre cardenales, obispos y sacerdotes, el pontífice ofició en la basílica de San Pedro del Vaticano la Misa Crismal, que abre el Triduo Pascual, centro y culmen del Año Litúrgico. Esta misa se celebra el Jueves Santo, día en que se conmemora la institución del sacramento del orden sacerdotal por Jesucristo durante la Última Cena.
