Revista Comunicación

Cerrado por huelga

Publicado el 13 noviembre 2012 por Felipe @azulmanchego
NO SÉ, NI me importa, si la de este 14-N es una huelga política. No lo creo. Lo sería si algún partido ajeno al PP sacara provecho y no acabo de ver que sea el caso. El PSOE está en descomposición, por méritos propios, y los réditos para IU, sin convocatoria electoral a la vista, son más que dudosos. No es una huelga política por más que lo diga Esperanza Aguirre, que sí es política y que, visto lo visto, no se ha retirado de la primera línea. A los sindicatos CCOO y UGT también se les acusa de ser correa de transmisión de los partidos de la izquierda, reproche que, en caso de ser cierto, también cabría hacer de la patronal CEOE con respecto al PP.

Sea como fuere, la decisión de sumarse a esta convocatoria es individual y cada uno actúa en conciencia como mejor cree, más allá de quiénes sean los que portan la pancarta. Nadie es más que nadie y tan respetable es secundar el paro como no hacerlo. Dicho lo cual, soy de los que piensan que hay motivos y que, aún a sabiendas de que el PP no variará de rumbo, se hace necesario manifestar de forma expresa y rotunda el rechazo a unas políticas que tanto dolor y destrozo están causando. Desde ese punto de vista, por dignidad y por higiene democrática, no se me ocurre una forma mejor de decir ¡basta ya!Una huelga general obliga a retratarse a todo el mundo. También a los medios de comunicación. El asunto tiene su complejidad y me hago cargo. La explicación más sencilla pasa por mantener que los periodistas como mejor ayudan al “éxito” de un paro general es informando sobre la convocatoria y certificando su seguimiento. Tengo mis dudas. Los informadores no somos un ente aislado dentro de la sociedad. Tampoco estamos exentos, y a la vista está, de las medidas que impone el gobierno, ni las empresas periodísticas actúan al margen de las implacables leyes del liberalismo económico. El periodismo no es un servicio esencial, no tanto como nos gustaría, y ayuda más al "éxito" de la huelga que TVE se vaya a negro a las 12 de la noche que cualquier información sobre el 14-N. No se acaba el mundo por un día de silencio informativo. Nadie es imprescindible, ni siquiera los periodistas, por muy importantes que nos creamos.Lo más cómodo es acudir al trabajo pensando que parar no sirve de nada. Tampoco servía la movilización social contra los desahucios y, al final, tanto los partidos mayoritarios como la banca empiezan a dar su brazo a torcer. Que cada uno haga lo que crea en conciencia. Hay razones. Hay motivos. Hay culpables. Hay que perder el miedo. Es nuestro derecho. Yo voy.


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