Hace ya tiempo que tengo un poco abandonado este blog. No sé si será por el calor estival, la salida del Partido Popular del Gobierno, con el juego que daba en la indignación colectiva de muchos y muchas de nosotros sus políticas y sus escándalos, o tal vez porque tenga las baterías bajo mínimos y necesite cargarlas o necesite de manera urgente desconectar un tiempo hasta volver a encontrar proyectos ilusionantes y/o causas en las que pudiera sentirme útil.
Pero al margen de las causas o motivos expuestos en el abandono de mi blog, de mi cansancio, y de mi menor implicación en algunos proyectos, también me gustaría hacer referencia a lo poco gratificante que a veces resulta moverse en ciertos entornos donde el interés personal pudiera estar por encima del colectivo, donde ciertas organizaciones y partidos parecen querer acapararlo todo, más preocupados en ponerse medallas, pecando del habitual proselitismo propio de la vieja y rancia política, y donde el pensamiento lineal se convierte en norma para imponerse a la discrepancia.
A estas alturas de mi vida y con las experiencias acumuladas comienzo a darme cuenta de lo poco estimulante que resulta muchas veces el participar en ciertos espacios, como los virtuales, donde se aparta y expulsa a lo distinto para convivir en la total homogeneidad.
Pero el problema no sólo está en ese vicio de expulsar lo distinto, algo muy propio de las sociedades neoliberales y capitalistas, sino que los contrarios a estos ideales caemos en la trampa de adquirir los mismos vicios de considerar poco menos que enemigo/a a todo aquel que no piense como nosotros/as. Y es en la pérdida de esta sana contraposición de ideas e ideales lo que nos lleva a una peligrosa endogamia de pensamiento y a suplir el debate plural para entrar en la confrontación con quienes compartimos buena parte de nuestros ideales por simples flecos ideológicos o pequeños matices diferenciales.
Los seres humanos seguimos demostrando lo imperfectos que somos y lo difícil que resulta en muchas ocasiones dejar al margen nuestras diferencias para trabajar codo con codo en el beneficio de todos/as.
Y dicho todo esto informar que seguiré desconectado por un tiempo, intentando cargar pilas y tal vez buscando esos proyectos ilusionantes que me permitan una vez más sentirme útil. Un abrazo a todas/os y feliz verano.
Marco